El Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha solicitado medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en respuesta a las amenazas recibidas por parte de actores políticos en Bolivia. Esta decisión se tomó en Sala Plena y fue confirmada por el vicepresidente del TSE, Francisco Vargas, quien destacó que la entidad no cederá ante presiones de ningún tipo.
“El Tribunal Supremo Electoral no va a trabajar bajo ningún tipo de presión”, aseguró Vargas en declaraciones a la prensa, subrayando que los trámites correspondientes ya fueron concluidos y que esperan una respuesta de la CIDH en los próximos días. Según Vargas, el objetivo de esta solicitud es garantizar que el TSE pueda llevar adelante sus funciones con imparcialidad, sin injerencias externas que puedan comprometer su labor.
El contexto de la solicitud tiene su origen en las tensiones políticas recientes. La marcha “evista”, conformada por seguidores del expresidente Evo Morales, llegó a La Paz exigiendo que el TSE reconozca el X Congreso de Lauka Ñ celebrado el año pasado. Paralelamente, militantes afines al presidente Luis Arce instalaron una vigilia cerca de las oficinas del Tribunal, exigiendo el reconocimiento del X Congreso del Movimiento al Socialismo (MAS), realizado en El Alto en mayo de este año.
Sin embargo, el TSE aclaró que no tiene ningún trámite pendiente sobre el reconocimiento de estos congresos. De acuerdo con la institución, los recursos presentados por las diferentes facciones del MAS están bajo la jurisdicción del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), y no del TSE.