El vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Tahuichi Tahuichi, planteó que los magistrados suplentes más votados en las elecciones judiciales de este domingo asuman funciones en enero para reemplazar a las autoridades cuyos mandatos han sido prorrogados. La propuesta busca evitar la necesidad de convocar a nuevas elecciones, siempre que exista voluntad política en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) para modificar la normativa vigente.
“En el caso del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), hoy se elegirán cuatro titulares y cuatro suplentes. Si la Asamblea Legislativa modifica la Ley 025, los tres suplentes más votados podrían asumir como titulares, completando así siete magistrados, el número original establecido en 2011”, explicó Tahuichi.
El vocal destacó que este mecanismo respetaría la voluntad popular expresada en las urnas y pondría fin a la prolongación de mandatos amparada por la Declaración Constitucional 0049/2023, la cual autoriza la permanencia de magistrados en sus cargos hasta que se elijan a sus reemplazantes mediante voto popular.
La situación actual
Actualmente, siete magistrados continúan en sus funciones bajo la figura de “autoprorrogados”: dos del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y cinco del TCP. Esta situación se generó debido a la anulación del proceso electoral en ciertos departamentos.
El TCP declaró desierta la convocatoria en Beni y Pando para la elección de magistrados del TSJ, mientras que en Cochabamba, Santa Cruz y Tarija anuló las elecciones para el TCP. En consecuencia:
-En Beni y Pando, únicamente se eligieron autoridades para el Consejo de la Magistratura y el Tribunal Agroambiental.
-En Cochabamba, Santa Cruz y Tarija, se votó para el Consejo de la Magistratura, el Tribunal Agroambiental y el TSJ.
-En La Paz, Oruro, Potosí y Chuquisaca se eligieron representantes para las cuatro instancias judiciales.
Implicaciones y retos
La propuesta de Tahuichi subraya la necesidad de una solución legislativa que garantice el proceso democrático y permita completar la composición del TCP y el TSJ sin recurrir a nuevas elecciones. Este enfoque evitaría el desgaste institucional y reduciría las críticas sobre la legitimidad de los mandatos prorrogados.
Sin embargo, el éxito de la iniciativa depende de la voluntad política en la ALP y del consenso necesario para aprobar las modificaciones legales que viabilicen este mecanismo. Mientras tanto, el escrutinio de los votos emitidos este domingo será determinante para definir el panorama judicial en Bolivia durante los próximos años.