En un acto multitudinario realizado este domingo en el estadio Félix Capriles, el alcalde Manfred Reyes Villa fue proclamado oficialmente como candidato a la presidencia de Bolivia, de cara a las elecciones generales previstas para agosto. Durante su discurso, el líder opositor se posicionó como el único contendiente contra el expresidente Evo Morales, a quien criticó duramente, al tiempo que delineó los pilares de su propuesta de gobierno.
Reyes Villa centró su discurso en la necesidad de adoptar un modelo de economía mixta que combine la participación de empresas públicas y privadas. Como parte de su plan, propuso una drástica reducción del aparato estatal, pasando de los actuales ministerios a solo 12, con un enfoque prioritario en el desarrollo económico.
“El capitalismo de Estado está agotado. Necesitamos una economía mixta, como la que implementamos en Cochabamba, donde logramos un crecimiento sostenido”, afirmó. Entre sus propuestas destacó la creación del “Ministerio de Economía de la Gente”, diseñado para promover el desarrollo económico mediante un fondo de capital semilla y políticas orientadas a reducir el déficit fiscal.
Críticas a Morales y defensa de su liderazgo opositor
En uno de los momentos más controvertidos de su intervención, Reyes Villa recordó su exilio de 11 años tras haber sido prefecto de Cochabamba y los disturbios que marcaron su gestión, incluyendo el incendio de la Prefectura por parte de manifestantes afines al Movimiento al Socialismo (MAS).
En un tono directo, cuestionó la moralidad de Evo Morales, asegurando que “un pedófilo no debería aspirar nuevamente a la presidencia”. Además, acusó al expresidente de haber contribuido a la pérdida de acceso soberano al mar y de proyectar una imagen internacional de Bolivia como un “narcoestado”.
“Soy el único líder opositor real en el país. El resto ha convivido con el MAS y ha avalado la decadencia política y económica que enfrentamos”, aseguró el alcalde cochabambino.
Nuevo escenario político
La proclamación de Reyes Villa como candidato presidencial redefine el panorama político en Bolivia. Su discurso busca consolidarlo como el principal referente de la oposición, apelando a un electorado que demanda alternativas al actual gobierno y al liderazgo de Morales.
El impacto de sus propuestas y la reacción de otros actores políticos marcarán el desarrollo de una campaña que promete ser intensa y polarizada.