En una celebración de la rica tradición gastronómica de La Paz, el Consejo Municipal ha declarado oficialmente a la marraqueta, también conocida como “pan de batalla”, como Patrimonio Cultural del municipio. Esta medida, impulsada por la presidenta del Concejo Municipal, Lourdes Chambilla, también establece el 6 de julio como el “Día de la Marraqueta”, con el objetivo de promover y destacar la identidad cultural y gastronómica paceña.
“La Ley Municipal tiene como fin declarar al pan marraqueta como Patrimonio Cultural del municipio de La Paz, para resaltar la importancia histórica, cultural y gastronómica de este icónico alimento dentro de la identidad local”, explicó Chambilla durante la sesión del Consejo. Esta ley no solo reconoce el valor de la marraqueta como parte integral del patrimonio inmaterial de la comunidad, sino que también instaura una celebración anual para honrar este emblemático pan.
A partir de ahora, cada 6 de julio se celebrará el “Día de la Marraqueta”, durante el cual se promoverán diversas actividades culturales y gastronómicas. Estas festividades, que se extenderán durante una semana, buscan resaltar la marraqueta como símbolo de identidad y orgullo paceño.
Un pan que trasciende generaciones
La marraqueta, elaborada con harina de trigo, agua, sal, levadura y azúcar, es famosa por su textura crocante y su forma alargada y ovalada. Este pan no solo es un alimento básico en las mesas paceñas, sino también un emblema de la cultura local que ha sido demandado por generaciones.
La historiadora Florencia Durán señala que la marraqueta fue introducida en Bolivia por Michel Jorge Callisperis, un joven panadero que llegó a Chulumani en 1908 y que posteriormente se trasladó a La Paz. Diversas teorías sobre el origen del nombre sugieren que podría deberse a panaderos franceses de apellido Marraquette, a la expresión marroco (Marruecos) o a la baguette.
Con la nueva ley, el Consejo Municipal de La Paz no solo preserva y promueve un elemento vital de su patrimonio cultural, sino que también refuerza la identidad colectiva a través de la celebración de uno de sus alimentos más queridos. La marraqueta, con su sabor inconfundible y su historia rica, continuará siendo un símbolo de orgullo y tradición para todos los paceños.