El presidente de Argentina, Javier Milei, respaldó la instalación de un alambrado en la frontera de la provincia de Salta con Bolivia, argumentando que la medida busca mejorar la seguridad y la asistencia en la región.
“Excelente el gobernador Gustavo Sáenz y las ministras Patricia Bullrich y Sandra Pettovello trabajando en resolver problemas concretos de los salteños, tanto en materia de seguridad como de asistencia”, expresó Milei en sus redes sociales.
El gobierno argentino prevé levantar una cerca de 200 metros en la localidad de Aguas Blancas, limítrofe con la ciudad boliviana de Bermejo, un punto de cruce diario para miles de personas que realizan compras en la zona. La iniciativa fue defendida por el gobernador Sáenz, quien aseguró que Argentina no tiene obligación de dar explicaciones a Bolivia al respecto.
“Este alambrado está dentro del ejido municipal de Aguas Blancas, no tenemos por qué dar explicaciones. Se ha sobredimensionado el tema; estamos hablando de solo dos cuadras y media en un total de 740 kilómetros de frontera”, declaró Sáenz al canal La Nación Más.
El Ministerio de Seguridad de Argentina justificó la construcción del cerco como una estrategia para reforzar la vigilancia fronteriza y frenar el ingreso de cocaína al país.
En respuesta, la Cancillería de Bolivia expresó su preocupación y enfatizó que las cuestiones fronterizas deben abordarse mediante el diálogo bilateral. En la misma línea, el ministro de Gobierno boliviano, Eduardo del Castillo, minimizó la medida y sostuvo que “tarde o temprano, todos los muros caen”.
“La frontera entre Bolivia y Argentina tiene más de 742 kilómetros. Estos 200 metros no representan ni el 0.026%. La historia nos ha enseñado que todos los muros caen, y estamos seguros de que este no será la excepción”, afirmó Del Castillo.