El exmandatario y líder cocalero Evo Morales aseguró que ganar las elecciones presidenciales de 2025 será una tarea sencilla, aunque reconoció que el verdadero desafío estaría en organizar un equipo de trabajo efectivo. Estas declaraciones, emitidas durante su programa radial dominical, han generado controversia tanto dentro como fuera del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido que lidera.
“En mi experiencia como expresidente, para mí es sencillo ganar las elecciones. Lo difícil es cómo organizar el equipo de trabajo”, afirmó Morales tras ser ratificado como candidato presidencial por sus bases. Durante su intervención, el exmandatario también presentó propuestas, entre ellas un plan de gobierno debatido en distintos niveles territoriales y una promesa de garantizar el abastecimiento de combustible en un plazo de dos meses si logra retornar al poder.
“Estamos debatiendo con el equipo técnico. Si ganamos, en un máximo de dos meses inundaremos el país con combustible”, declaró Morales, sin especificar detalles sobre la implementación de esta medida.
Obstáculos legales
A pesar de sus ambiciones políticas, Morales enfrenta un panorama legal complicado. El Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) ratificó que ninguna autoridad puede postularse para un tercer mandato tras haber cumplido dos períodos consecutivos, una decisión que podría bloquear su candidatura en 2025. Además, la Fiscalía Departamental de Tarija emitió una orden de aprehensión en su contra por una imputación de trata de personas con agravante relacionada con un caso de 2015. Morales se encuentra actualmente atrincherado en el Chapare, Cochabamba, en un aparente intento de evitar su captura.
Críticas desde el MAS
La actitud de Morales también ha provocado divisiones dentro del MAS. Grover García, presidente del partido, calificó al exmandatario como un “político tradicional sin humildad” y criticó sus esfuerzos por proyectar una imagen de protección frente a los procesos judiciales.
“Quiere aparentar que tiene protección, pero eso es una fachada. Actúa como un político tradicional que busca protagonismo”, afirmó García en una entrevista con la televisora estatal. Además, instó a Morales a enfrentar las acusaciones en su contra y aclarar su situación legal.
Por su parte, Lidia Cachi, representante de la Federación de Mujeres Juana Azurduy de Padilla, cuestionó el comportamiento del líder cocalero y sugirió que sus acciones reflejan temor. “Si él fuera inocente, debería presentarse ante la justicia y declarar. Sus acciones sólo generan más dudas”, afirmó Cachi.
Seguridad y polémica
En medio de la creciente tensión, se informó que unas 1.500 personas estarían reforzando la seguridad de Morales, aunque esta versión fue desmentida. Críticos dentro del MAS instaron al exmandatario a dejar de fomentar la conflictividad y a concentrarse en resolver sus problemas legales.
Las declaraciones de Morales, sumadas a su situación judicial y las fracturas en su partido, colocan en el centro del debate su viabilidad política de cara a las elecciones de 2025. Mientras tanto, las interrogantes sobre su liderazgo y la unidad del MAS persisten.