En un giro significativo en la política boliviana, el expresidente Evo Morales ha lanzado duras críticas y advertencias tras la posible supresión de las elecciones primarias en el país. Según Morales, la eliminación de las primarias consolidaría al actual presidente, Luis Arce, como el único candidato oficialista para las próximas elecciones, una situación que podría desencadenar serias consecuencias políticas.
En una entrevista concedida a El País de España, Morales expresó su preocupación por el futuro del Movimiento Al Socialismo (MAS) y por la democracia en Bolivia. “Yo dije que vayamos a primarias, pero Lucho no quiere. La encuesta de Celag [Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica] nos da ganadores. Ellos quieren eliminar las primarias. Si no hay primarias, el único candidato sería Lucho”, afirmó Morales.
La polémica se intensificó el 10 de julio, cuando el Tribunal Supremo Electoral y varias organizaciones políticas, excluyendo al sector “evista” del MAS, acordaron suspender las elecciones primarias para dar prioridad a las elecciones judiciales. Esta decisión ha exacerbado las tensiones internas en el partido y ha provocado un enfrentamiento abierto entre los seguidores de Morales y los de Arce.
Morales, quien regresó del exilio en Argentina en noviembre de 2020, recordó en la entrevista sus primeras impresiones tras su retorno. “Cuando llegué del exilio de Argentina dije que si Lucho hacía una buena gestión habría que ratificarlo. Cuando me seguían insistiendo yo decía que podía volver por una cuestión de justicia. Ahora digo que tengo que volver por una cuestión política”, manifestó.
El exmandatario también denunció que desde 2021 el gobierno de Arce ya estaba planificando su continuidad en el poder hasta 2030. Acusó al bando “arcista” de tener ambiciones desmedidas y de estar desesperados por el control político, mientras que sus detractores lo acusan a él de tener una “angurria de poder”.
Al ser consultado sobre sus opciones si no pudiera competir, Morales fue claro en su advertencia: “No sé… Mi cálculo, y puedo estar equivocado, es que si me inhabilitan la gente se va a levantar. Esto es una discriminación al movimiento político más grande de la historia”, aseguró.