El expresidente y líder del Movimiento Al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP), Evo Morales, ha lanzado duras críticas al Tribunal Supremo Electoral (TSE) en relación con la supervisión del X Congreso Nacional Ordinario del partido, previsto para el próximo 3 de octubre. En un tono desafiante, Morales afirmó que el evento se llevará a cabo con o sin la supervisión del TSE, acusando al órgano electoral de ser un “lacayo sumiso” del Gobierno de Luis Arce.
Las declaraciones de Morales se producen después de que el TSE rechazara la solicitud de supervisión del congreso del MAS. En una resolución emitida el 23 de agosto, el tribunal argumentó que la petición no cumplía con los requisitos estipulados en el artículo 13 del Estatuto Orgánico del MAS-IPSP, que exige un consenso entre las organizaciones sociales que forman parte del partido. Este rechazo no es un hecho aislado, sino parte de un conflicto más amplio entre el ala ‘evista’ del MAS y el actual Gobierno, liderado por Luis Arce, quien también pertenece a las filas del MAS.
El TSE, en su resolución, exhortó al partido a extremar esfuerzos para alcanzar el consenso requerido, una tarea que se ha vuelto cada vez más complicada en medio de las divisiones internas que aquejan al MAS. Además, el TSE instó al Tribunal Constitucional Plurinacional a pronunciarse sobre las acciones constitucionales pendientes relacionadas con el partido.
Acusaciones de injerencia política
En su crítica, Morales acusó al TSE de actuar bajo presiones políticas y de mentir al público al negar dicha influencia. “Sus propios colegas del vocal Tahuichi Tahuichi nos informan continuamente que están bajo presión política y amenazas”, afirmó Morales, cuestionando la independencia del tribunal. Además, insistió en que el TSE tiene la responsabilidad de supervisar el congreso del MAS en Villa Tunari, reiterando que el único pedido de su facción es que se actúe conforme a la legalidad.
Esta situación no es nueva. Morales recordó que el año pasado ya había denunciado la falta de militancia en el MAS de Lucio Quispe, actual ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), y de Guillermina Kuno, ejecutiva de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa”. Morales cuestionó cómo es posible que Kuno, quien antes militaba en otro partido, ahora aparezca como militante del MAS, insinuando irregularidades en el padrón electoral.
Un congreso clave
El congreso del MAS se presenta como un evento crucial en medio de las crecientes tensiones dentro del partido y el plazo para la renovación de directivas de las organizaciones políticas que fenece el 5 de septiembre, según dio a conocer el TSE. La disputa por la legitimidad del evento y la falta de consenso entre las organizaciones sociales podrían profundizar las divisiones internas. Morales, quien ha sido una figura central en la política boliviana durante más de una década, busca reafirmar su liderazgo en un partido que se encuentra cada vez más fragmentado.
El TSE, por su parte, se encuentra en una posición delicada, ya que sus decisiones son vistas con recelo por una parte importante del MAS, que lo acusa de parcialidad a favor del Gobierno de Arce. El hecho de que el tribunal haya optado por no supervisar el congreso del MAS podría interpretarse como un intento de mantenerse al margen de las disputas internas del partido, aunque esto no ha impedido que Morales y su facción lo acusen de injerencia política.