El expresidente Evo Morales realizó fuertes declaraciones este domingo en su programa de radio Kawsachum Coca, afirmando que el actual presidente, Luis Arce, planeaba entregar el Gobierno a una Junta Militar para evitar su retorno al poder. Según Morales, esta información le llegó a través de fuentes confiables y revelaría un intento de autogolpe.
El político denunció que, el miércoles pasado, un ministro informó a sus allegados sobre la supuesta decisión de Arce de ceder el Gobierno a una Junta Militar, lo que desencadenaría conflictos y escaramuzas esa misma tarde. “Ellos ya sabían”, afirmó Morales, en referencia a las personas que estarían al tanto de estos planes.
El expresidente también mencionó que un militar, parte de su equipo de fútbol sala, le advirtió sobre un autogolpe inminente, lo que llevó a algunos de sus compañeros en La Paz a tomar precauciones y proteger a Morales, especialmente en el aeropuerto de Chimoré. Según sus declaraciones, Morales sería detenido y llevado a Santa Cruz como parte del plan.
Estas acusaciones, según Morales, levantan muchas sospechas sobre las verdaderas intenciones de Arce, sugiriendo que todo fue un autogolpe. El jefe del MAS sostiene que Arce no solo mintió al pueblo boliviano sino al mundo entero respecto a los eventos del 26 de junio en la sede de Gobierno.
El exmandatario también destacó que diversas organizaciones internacionales, incluyendo la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Embajada de Estados Unidos, expresaron su solidaridad y repudio a los hechos, a pesar de que ,en 2019, según Morales, estos mismos actores respaldaron un golpe en su contra. Esta situación, concluye Morales, evidencia el respaldo de la embajada de Estados Unidos hacia Arce.
Morales cuestionó además la permanencia en su cargo del excomandante del Ejército, Juan José Zúñiga, quien lideró la movilización de unidades militares y no fue destituido tras declarar en una televisora que, de ser necesario, podría detener a Morales. Ante estas declaraciones, ni el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, ni el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, ni el presidente Arce se pronunciaron, según Morales.
El incidente se encuentra actualmente bajo investigación, con 21 militares, entre ellos un civil, acusados de levantamiento armado contra la seguridad y soberanía del Estado y terrorismo.