La marcha encabezada por el expresidente y líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, continúa su recorrido hacia La Paz, pese a lo que él denuncia como intentos de intervención por parte del Gobierno. Este miércoles, la movilización partió desde Panduro hacia Lahuachaca alrededor de las 06:30, con Morales afirmando que, pese a las adversidades, la caminata “es imparable”.
“Salimos a las seis y media de la mañana, pese al frío y a la mala alimentación. Ayer, grupos del Gobierno, paramilitares, saquearon y robaron. La instrucción era que la marcha no pase, pero algunos buenos policías nos informan. Esta marcha es imparable”, expresó Morales antes de reanudar la marcha.
El exmandatario también denunció que, en la jornada previa, en la localidad de Vila Vila, “policías disfrazados de campesinos” habrían agredido a los marchistas, resultando en al menos 26 heridos. Según Morales, estos actos de violencia fueron parte de un plan del Gobierno para detener el avance de la movilización. “El plan era parar nuestra marcha, pero la fuerza del pueblo se ha impuesto; mandaron a delincuentes a intervenir, robaron nuestra comida y agua”, agregó Morales, advirtiendo que, de ser necesario, seguirían su recorrido por las serranías si se les impide el paso por la carretera.
Por otro lado, el ministro de Justicia, Iván Lima, respondió duramente a las declaraciones de Morales. Durante la noche del martes, Lima afirmó que el exlíder del MAS ha dejado de ser un referente histórico y lo calificó de “golpista”, asegurando que será procesado por la vía legal correspondiente. “Vamos a tomar todas las medidas que la democracia nos da para hacer respetar la paz y la libertad de los bolivianos”, señaló Lima.
La denominada “marcha para salvar a Bolivia” comenzó el martes en Caracollo y tiene como destino final la ciudad de La Paz, con la intención de llegar en un plazo de siete días. Para este miércoles, se espera que los marchistas lleguen a Lahuachaca hacia las cuatro de la tarde, donde planean realizar una pausa para descansar.