Los carniceros de Santa Cruz anunciaron la suspensión del paro indefinido y confirmaron que el abastecimiento de carne se restablecerá a partir de este martes. Con la reanudación del servicio, los consumidores enfrentarán nuevos precios que oscilan entre los 32 y 45 bolivianos por kilo, dependiendo de la calidad de la carne, según informó Gonzalo Serrudo, vicepresidente de la Federación de Carniceros de Santa Cruz.
Tras una reunión con representantes del Gobierno, Serrudo detalló que los precios para los consumidores finales se fijarán en 32 a 33 bolivianos para carnes de segunda, 40 bolivianos para carnes de primera, y hasta 45 bolivianos en productos de mayor calidad. Estos precios serán evaluados durante el mes, con el objetivo de controlar la estabilidad del mercado y evitar nuevos incrementos.
Las causas del paro y el impacto del contrabando
El paro, que comenzó el pasado viernes y afectó el abastecimiento de carne durante el fin de semana, fue una medida de protesta por el contrabando de carne hacia países vecinos como Perú, Argentina y Brasil. Según los carniceros, esta actividad ilegal reduce el suministro disponible en el país, provocando un aumento en los precios locales.
“El contrabando de carne es una de las principales razones de la escasez y el encarecimiento del producto en el mercado interno”, subrayó Serrudo. La suspensión del paro fue posible gracias a un acuerdo con el Gobierno que incluye una evaluación conjunta durante el mes sobre el impacto de las exportaciones de carne y el contrabando en la economía local.
Un acuerdo con el Gobierno
Uno de los aspectos clave del acuerdo alcanzado con el gobierno es el establecimiento de precios referenciales. El “kilo gancho”, es decir, el precio de compra de carne para los distribuidores, se fijará entre 22 y 24,50 bolivianos por kilo, lo que permitirá estabilizar el precio final en los mercados. Esta medida busca garantizar un acceso justo al producto y mitigar las fluctuaciones de precio que afecten a los consumidores.
Aunque el paro ha sido suspendido, el sector de los carniceros se ha declarado en estado de emergencia y continuará monitoreando la situación. “Evaluaremos los resultados de este mes. Si no vemos avances significativos en la regulación del mercado y el control del contrabando, no descartamos retomar las medidas de presión”, advirtió Serrudo.
Implicaciones para la población
La suspensión del paro representa un alivio para los consumidores, que verán normalizado el abastecimiento de carne a partir de este martes. No obstante, el sector sigue en alerta, y el mes de evaluación será crucial para definir si las protestas se reactivarán. Por ahora, los carniceros han depositado su confianza en que el gobierno, a través del ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, cumplirá con los compromisos establecidos para regular el mercado y controlar el contrabando.
Mientras tanto, los consumidores deben prepararse para un ajuste en los precios, que será monitoreado para evitar alzas injustificadas. El abastecimiento, según los carniceros, está garantizado, pero el futuro de la situación dependerá de los avances en las negociaciones y las acciones gubernamentales para frenar el contrabando y estabilizar la oferta en el mercado local.