El ampliado nacional de la Confederación Nacional de Trabajadores en Carne de Bolivia (Contracabol) decidió la pasada jornada incrementar el precio del kilo de carne entre 2 y 3 bolivianos en todos los mercados del país; además, denunciaron que el Gobierno no tuvo la voluntad para controlar a los centros de remate y distribuidoras por mayor, menos restringir la exportación del producto ante el aparente desabastecimiento.
“En Santa Cruz hay tres centros de especulación que son los centros de remate desde el cual se lanzan los precios a nivel nacional. Si el ganadero, el mayorista, nos sube 1 boliviano, nosotros vamos a trasladar al consumidor final 1 boliviano, si fuera 2 o 3, de la misma manera. Nos estamos viendo obligados a trasladarle la subida de precio que nos han hecho los mayoristas al consumidor final, en este caso es la ama de casa”, dijo Jesús Huchani, ejecutivo nacional de Contracabol.
La asamblea de los carniceros pidió al viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, el cierre inmediato de los centros de remate “por ser el centro de especulación” y por promover el agio para justificar el incremento en el precio del producto.
Entre otra de las determinaciones, los trabajadores en carne piden cancelar las autorizaciones de la exportación del producto y la intervención a los frigoríficos de exportadores como Fridosa, BFC y Frigor.
“Que el Gobierno deje de hacer especular, el Gobierno autoriza los centros de remate, el Gobierno es el que está permitiendo la exportación, está permitiendo el contrabando de ganado hacia Perú y Brasil”, reclamó Huchani.
El Gobierno, junto a los carniceros al detalle y juntas vecinales de Santa Cruz, firmó un convenio la pasada jornada con el frigorífico BFC para la venta directa de 200 carcasas de res diarias destinadas al consumo local, saltando a los intermediarios.
Entre otras medidas, el Gobierno anunció la venta directa de los productos cárnicos por medio de las agencias de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa).