El alcalde de La Paz, Iván Arias, ha calificado como “inviable” cualquier intento de diálogo con el expresidente Evo Morales, a quien acusa de haber agotado todas las vías para una negociación productiva en medio de la crisis actual en Bolivia. La postura de Arias, compartida también por el analista político Franklin Pareja, se basa en la convicción de que Morales ya no actúa en beneficio del país, sino que prioriza sus propios intereses a costa de la estabilidad nacional.
Para Arias, el retiro de Morales de la política activa sería una salida digna y conveniente, sugiriendo incluso que podría ser acogido por líderes regionales como el presidente brasileño Lula Da Silva o el colombiano Gustavo Petro. “Evo Morales debería mandar una carta a Lula o a Petro para que le permitan una retirada honrosa, una especie de retiro estratégico”, declaró Arias en una entrevista televisiva. Desde su perspectiva, esto facilitaría un espacio para que los bolivianos encuentren soluciones propias a la crisis, sin la presencia del exmandatario.
Además, Arias abogó por la organización de un “encuentro nacional de conciliación” que permita a los actores políticos y sociales abordar las problemáticas que afectan a la población. Para el alcalde paceño, Morales ha truncado cualquier posibilidad de diálogo directo, y su salida del escenario político ayudaría a desactivar la confrontación en el país.
La inviabilidad de un diálogo con Morales
En sintonía con Arias, el analista Franklin Pareja también considera inviable el diálogo con Morales, argumentando que su accionar en los recientes bloqueos y su historial de acusaciones judiciales —que incluyen presuntos delitos de estupro, violación y trata de personas— lo inhabilitan como interlocutor confiable. Pareja sostiene que, al extender la crisis con bloqueos de más de 20 días, Morales ha causado un daño económico profundo al país, lo que constituye una amenaza a la seguridad del Estado.
“No creo que sea factible asentir un diálogo con un mecanismo que descongestione esta crisis, dado que en estos ‘veinti pico’ días se han cometido demasiados delitos”, explicó Pareja. En su opinión, permitir un diálogo con Morales en estas condiciones sería funcional únicamente para los intereses del exmandatario, y no representa una solución genuina para la crisis en Bolivia.
La perspectiva internacional
Ambos entrevistados coinciden en que Morales intenta proyectar una imagen de diálogo a nivel internacional, enviando cartas a la comunidad global con supuestas intenciones de negociación. Sin embargo, Pareja cuestiona la autenticidad de estas intenciones, indicando que el verdadero objetivo de Morales es preservar su influencia política en el país.
Según Pareja, cualquier diálogo con Morales debería estar supeditado a una agenda nueva y transparente, con interlocutores de credibilidad, algo que, bajo las circunstancias actuales, parece poco probable. “Evo Morales tiene objetivos que no son de interés popular y que, lógicamente, bajo ese escenario, es muy difícil establecer un diálogo”, añadió el analista.