El presidente del Estado, Luis Arce, convocó a los alcaldes de las ciudades capitales del país a una reunión de coordinación que se llevará a cabo el jueves 17 de octubre en la Casa Grande del Pueblo, en la ciudad de La Paz. La convocatoria, firmada por el viceministro de Autonomías, Álvaro Ruiz, tiene como objetivo abordar temas de interés común entre el Gobierno central y las autoridades municipales.
El encuentro está programado para las 15:30 horas y, según el documento oficial, se busca fortalecer la coordinación entre las autoridades municipales y el Gobierno nacional en asuntos clave para el desarrollo urbano y la gestión de los problemas que enfrentan las ciudades.
Uno de los temas principales que será tratado, a solicitud del alcalde de La Paz, Iván Arias, es el financiamiento para enfrentar los desastres naturales, particularmente las lluvias y los deslizamientos que afectan a varias regiones del país. Arias expresó la necesidad de discutir los créditos destinados a la gestión de estos desastres, que son vitales para garantizar la seguridad de las zonas vulnerables en su municipio.
Además, se espera que en la reunión se aborden otros asuntos de relevancia como la inversión en infraestructura urbana, la seguridad ciudadana y el desarrollo económico local, temas que han sido recurrentemente solicitados por los alcaldes para mejorar las condiciones de vida en las ciudades capitales.
Esta convocatoria se enmarca en un contexto de creciente demanda por parte de los gobiernos locales para obtener mayor apoyo en la ejecución de proyectos y enfrentar los desafíos derivados del cambio climático y el crecimiento urbano desordenado. Los alcaldes de las principales ciudades del país han señalado en varias oportunidades la importancia de contar con recursos financieros suficientes y una mayor coordinación con el Gobierno central para poder llevar adelante políticas que favorezcan a la población.
La reunión del 17 de octubre podría marcar un punto clave en las relaciones entre los gobiernos municipales y el Ejecutivo, en un momento en el que los desastres naturales y las limitaciones presupuestarias se han convertido en prioridades urgentes para las autoridades locales.