Desde la Escuela Militar de Sargentos “Sgto. Maximiliano Paredes Tejerina”, el presidente Luis Arce Catacora denunció este viernes que solapadamente se intenta “desmembrar” el territorio nacional para “satisfacer intereses de logias”.
“Junto al pueblo, los sargentos de la patria, que han pasado por estas aulas, deben ser el ejemplo de la unidad nacional y trinchera infranqueable para quienes intentan solapadamente desmembrar nuestro territorio para satisfacer intereses de grupo y de logias”, afirmó Arce durante el acto realizado en Tarata, Cochabamba.
Se trata de la segunda ocasión en esta semana en la que el jefe de Estado alerta sobre estos planes separatistas. El pasado 5 de diciembre, durante el acto por los 196 años de creación de la Armada Boliviana, celebrado en la ciudad de La Paz, Arce advirtió que el pueblo boliviano y la Armada nacional no permitirán una nueva pérdida de territorio ante los planes de políticos de Santa Cruz que se han propuesto “revisar la relación con el Estado Plurinacional” sobre el sustento de una “versión caricaturizada del regionalismo federalista”.
Esta propuesta de “revisar la futura relación política de Santa Cruz con el Estado boliviano”, nació del Comité Pro Santa Cruz, entidad que logró el aval del cabildo del 13 de noviembre para iniciar este trabajo a través de una “comisión constitucional”.
Según el cívico Rómulo Calvo, lo que se busca es “formular un modelo de gestión” para “autogobernarse” y que no dependa del resto de los departamentos del país.
Sin hacer alusión a estas protecciones, Arce recordó al sargento Maximiliano Paredes Tejerina, quien a sus 21 años fue parte de la campaña del Acre y combatió a “fuerzas separatistas” que pretendían “anexar una parte de Bolivia al entonces imperio de Brasil”, en 1900.
En esa misma línea, el jefe de Estado citó las palabras del exministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz Rada, quien solía decir que “Bolivia estuvo siempre bajo la amenaza de fuerzas desintegradoras de su Estado, sean élites locales, países vecinos o el imperialismo estadounidense”.
“Tal como sucedió con la guerra Acre o la guerra del Pacífico o la guerra del Chaco, podemos relacionar dichos episodios de riesgo para la integridad de nuestro Estado con la aparición de un determinado recurso natural que suele actuar como pretexto de los enemigos de Bolivia para asestarle el golpe artero”, denunció.
Arce aclaró que “la culpa de las guerras y los movimientos secesionistas, no la tienen ni el salitre, ni la goma, ni el gas, ni tampoco el litio boliviano, sino aquellos quienes consideran que sus intereses se encuentran por encima de los de su pueblo”.
En esa medida, dijo que “cuando un miembro de una comunidad política hace que se su provecho personal dependa del perjuicio del resto, no ha hecho otra cosa que declararse a sí mismo enemigo del bien común, del resto de la sociedad, que a su vez tiene todo el derecho y, aún más, la obligación de defenderse”.