La Cámara de Diputados aprobó este viernes la reactivación de la Comisión de Ética, un órgano clave para evaluar las faltas cometidas por los legisladores en el ejercicio de sus funciones. Esta decisión marca el retorno de sus actividades en el marco de la Legislatura del Bicentenario, después de dos años de inactividad.
Durante la 26ª sesión ordinaria, el presidente de la Cámara, Omar Yujra, formalizó el anuncio: “Queda aprobada y conformada la Comisión de Ética. Póngase en conocimiento de las instancias correspondientes”, declaró.
Composición de la Comisión
La Comisión de Ética estará integrada por seis miembros titulares y seis suplentes, según lo establecido en el Reglamento de Ética. La distribución de los asientos se realiza de forma proporcional: tres representantes para el bloque mayoritario (MAS-IPSP) y tres para las fuerzas opositoras (Comunidad Ciudadana y Creemos).
Miembros titulares:
MAS-IPSP: Lidia Tupa Zelaya, María José Rodríguez Gálvez y Magaly Gómez Araníbar.
Comunidad Ciudadana: Pamela Soraya Alurralde Barea y Sebastián Divico Muchairo.
Creemos: Alba Moira Ozinaga Rivero.
Miembros suplentes:
MAS-IPSP: Betty Beatriz Yániquez Lozano, Rosario García Onofre y Adriana Tarifa Condori.
Comunidad Ciudadana: Enrique Fernando Urquidi Daza y Carlos Silvestre Alarcón Mondonio.
Creemos: Rosa Tatiana Añez Carrasco.
Rol fundamental en la transparencia legislativa
La Comisión de Ética desempeña un papel crucial en la garantía de transparencia y rendición de cuentas dentro de la Cámara Baja. Entre sus funciones principales se encuentran investigar y dictaminar sobre las faltas éticas y administrativas de los legisladores, así como elaborar informes para posibles sanciones.
La reactivación de este órgano refuerza el compromiso de la Cámara con la supervisión interna, en un momento donde la gobernabilidad y la confianza pública en las instituciones legislativas son prioritarias.