El Gobierno Nacional manifestó estar dispuesto a evaluar la apertura de la importación de combustibles como alternativa para enfrentar la actual crisis de abastecimiento. Esta posibilidad surge en respuesta a la solicitud formal presentada por sectores productivos, quienes argumentan que el acceso directo al mercado internacional de carburantes podría garantizar un suministro más estable para el país.
El viernes 8 de noviembre, representantes de sectores clave, como los agropecuarios, la Cámara de Transporte del Oriente y la Asociación Departamental de Gremiales de Santa Cruz, enviaron una carta al presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen. En el documento, estos grupos solicitaron que el Gobierno permita a los agentes privados importar y comercializar combustibles en el mercado nacional, formando una cadena de suministro mixta junto con YPFB. Este modelo busca que el ente estatal mantenga su rol en la distribución, mientras que empresas privadas ayuden a cubrir la demanda interna de carburantes.
Respuesta del Gobierno
Durante una conferencia de prensa, el viceministro de Industrialización, Comercialización, Transporte y Almacenaje de Hidrocarburos, Adams Hurtado, declaró que el Gobierno está dispuesto a escuchar las propuestas de estos sectores. “Cuando existen alternativas y en este caso propuestas, podemos analizarlo, ver las maneras, los mecanismos, y, si normativamente existe la posibilidad, estamos abiertos a sentarnos en una mesa y discutirlo”, dijo Hurtado. Sin embargo, destacó que es necesario contar con un planteamiento formal y realizar un análisis normativo antes de considerar cualquier cambio en las políticas de importación de combustibles.
Justificación y riesgos planteados por el sector productivo
Los sectores productivos han advertido que la crisis de combustible podría amenazar la seguridad alimentaria y el funcionamiento del aparato productivo nacional si no se toman medidas inmediatas. Argumentan que permitir la participación de agentes privados en la importación y comercialización de combustibles aliviaría la presión sobre el suministro actual, brindando una opción de abastecimiento estable a empresas agroindustriales y de transporte, especialmente en regiones como Santa Cruz.
Importación para consumo propio como opción
El viceministro Hurtado recordó que el Gobierno ya permite la importación de combustible para consumo propio y que se han facilitado los trámites para agilizar este proceso. En la práctica, esto ha permitido a empresas mineras y agroindustriales importar su propio combustible a precios negociados directamente con proveedores internacionales, lo cual ha sido una medida bien recibida. Sin embargo, la apertura de importaciones a nivel nacional podría requerir ajustes normativos y un consenso más amplio entre el Gobierno y los sectores productivos.
Implicaciones y pasos a seguir
La posibilidad de liberar las importaciones de combustible plantea una serie de desafíos y oportunidades. Para el Gobierno, abrir el mercado puede suponer cambios en el control de precios y en la regulación del sector. Para los sectores productivos, significa una posible solución a la crisis de abastecimiento. En los próximos días, se espera que ambas partes se reúnan para discutir las propuestas y evaluar las alternativas normativas, de modo que se puedan establecer medidas que aseguren el abastecimiento de carburantes sin comprometer el control estatal.