En medio de una escalada de tensiones, la dirigencia del Pacto de Unidad, afín al expresidente Evo Morales, anunció que están dispuestos a sentarse en una mesa de diálogo con el Gobierno, pero bajo 10 condiciones que han generado polémica. Entre los puntos más destacados se encuentra la exigencia de levantar las investigaciones por trata y tráfico contra Morales, así como el reconocimiento de su congreso realizado en Lauca Ñ.
El comunicado se dio a conocer en el tercer día de bloqueos de carreteras, una medida de presión que ha afectado diferentes regiones del país. La dirigencia evista envió una carta al presidente Luis Arce, en la que exponen sus demandas como requisito para el diálogo. Entre las peticiones se encuentran la abrogación de varios decretos que consideran perjudiciales y el cese de lo que califican como persecución judicial contra Morales y otros dirigentes.
Principales demandas
1. Abrogación de decretos clave: Los evistas exigen la eliminación de decretos como el N° 4910, que prohíbe la venta de combustibles en bidones, y el N° 5195, que facilita la importación de trigo sin aranceles, ambos vistos como perjudiciales para los pequeños productores nacionales. Además, piden la derogación del Decreto N° 5225 de Pausa Ambiental, al que consideran una amenaza para la producción alimentaria del país.
2. Garantías económicas y sociales: Otra de las demandas es asegurar el abastecimiento de combustibles y la estabilidad de los precios de la canasta familiar, junto con la promulgación del Proyecto de Ley N° 079/2023-2024, que destinaría $us 176 millones para la construcción de la Doble Vía Confital – Bombeo.
3. Cese de persecuciones y libertad de detenidos: Los evistas también exigen el fin de lo que consideran una persecución judicial contra Evo Morales, quien enfrenta ocho procesos en su contra, y la liberación inmediata de los detenidos en el contexto de las movilizaciones. Además, demandan la devolución de las sedes sindicales que, según ellos, fueron tomadas por la fuerza policial.
4. Reconocimiento del congreso de Lauca Ñ: Finalmente, insisten en el reconocimiento del congreso celebrado en Lauca Ñ, donde se eligió la nueva directiva nacional del MAS y se proclamó a Morales como candidato presidencial para las elecciones de 2025.
Un diálogo condicionado
El Gobierno, a través de la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, había extendido una invitación previa a Morales para establecer una mesa de diálogo, con el objetivo de desactivar las protestas. Sin embargo, la dirigencia evista rechazó la oferta, argumentando que no asistirían sin antes lograr que se cumplan sus demandas. Esta postura ha tensado aún más las relaciones entre el ala radical del MAS, liderada por Morales, y el Gobierno de Luis Arce.
Las exigencias del bloque evista, especialmente las referidas a la impunidad para Evo Morales y la legitimidad de su liderazgo dentro del MAS, han generado controversia tanto en el ámbito político como en la opinión pública. Para el Gobierno, acceder a estas demandas podría significar ceder ante un sector que busca consolidar el poder de Morales de cara a las elecciones de 2025, lo que añade un elemento de incertidumbre a la ya compleja situación política del país.
Las demandas del Pacto de Unidad no solo buscan revertir políticas gubernamentales, sino también reinstalar a Evo Morales como figura central del MAS, con miras a las próximas elecciones. Si el Gobierno accede a estas condiciones, podría enfrentar un costo político elevado, tanto a nivel interno como externo. Por otro lado, la continuidad de las movilizaciones y bloqueos amenaza con agravar la crisis económica y social que atraviesa el país, afectando especialmente a los sectores más vulnerables.