La canciller interina de Bolivia, María Nela Prada, informó este martes que sostuvo una reunión con el cuerpo diplomático acreditado en el país para denunciar que el expresidente Evo Morales pretende “acortar el mandato” del presidente Luis Arce. Esta denuncia surge tras el pedido de Morales de cambios en el gabinete ministerial y la amenaza de bloqueos en caso de no atender estas exigencias.
Prada explicó que en la reunión con embajadores, representantes diplomáticos y la coordinadora de las Naciones Unidas, se expusieron los antecedentes de la reciente marcha liderada por Morales. Según la canciller, dicha movilización tiene como objetivo presionar para lograr modificaciones en el equipo de gobierno de Arce. “Se ha demostrado que la marcha busca terminar el mandato del presidente si no se realizan cambios en los ministros de Estado”, afirmó en una conferencia de prensa posterior al encuentro.
Los diplomáticos presentes señalaron que transmitirán la situación a sus respectivos gobiernos para socializar la información proporcionada por la autoridad boliviana. “Han tomado nota de toda la explicación y, en función a eso, informarán a sus respectivos estados”, añadió Prada.
La canciller también destacó que Morales, en su discurso público y en un pliego de demandas presentado a nombre del Movimiento Al Socialismo (MAS), advirtió la realización de un bloqueo nacional de caminos a partir del 30 de septiembre si sus demandas no son satisfechas. Entre las exigencias se incluye el cambio de ministros, un punto clave en la escalada de tensiones dentro del partido gobernante.
En este contexto, la Cancillería boliviana emitió un comunicado la noche del lunes, alertando a la comunidad internacional sobre las declaraciones de Morales, que, según el gobierno de Arce, “amenazan con interrumpir la continuidad del orden democrático”. La autoridad señaló que esta situación podría derivar en un conflicto a nivel nacional, poniendo en riesgo la estabilidad política del país.
El enfrentamiento entre los seguidores de Morales y los del presidente Arce ha generado preocupación tanto a nivel interno como externo, especialmente por la posibilidad de que las amenazas de bloqueo se materialicen, lo que podría afectar la economía y la gobernabilidad. La tensión entre ambas facciones del MAS, exacerbada por la presión de Morales para influir en la gestión de Arce, está en el centro del conflicto.