El Banco de Desarrollo Productivo (BDP) prevé reducir 685 toneladas de dióxido de carbono (CO2) y ahorrar 3.098 Mwh de energía, al año, financiando iniciativas a través del producto financiero Ecoeficiencia BDP y asesorando de forma activa nuevos proyectos que tengan un impacto medioambiental positivo que aporten a la Contribución Nacionalmente Determinada (CND), como parte de su lucha contra el cambio climático y ratificando su compromiso con la Madre Tierra y con el Acuerdo de París.
A nivel mundial, Bolivia está entre los países más afectados por el impacto del cambio climático en todo su territorio y en su estructura cultural, social, productiva, energética e industrial, y a pesar de ello realiza esfuerzos para avanzar en su desarrollo integral para Vivir Bien, destacando que existe un mayor compromiso para hacer frente a la crisis climática, incluyendo la gestión de daños y pérdidas.
El producto financiero se enmarca en el Programa de Finanzas Sostenibles, el BDP inicia un proceso de descarbonización de su cartera de Primer Piso y evitará la emisión de toneladas de CO2 y promoverá el ahora energético.
El CO2 es uno de los gases de efecto invernadero más abundante y que contribuye, en mayor medida, al aumento de la temperatura terrestre.
A siete meses de su lanzamiento, el primer producto crediticio verde de toda la banca, Ecoeficiencia BDP -lanzado en octubre del año pasado- logró desembolsos por Bs77 millones, hasta mayo de este año. Este producto financiero es una opción que contribuye a una reactivación económica productiva y sostenible e impacta positivamente en el medio ambiente.
Ecoeficiencia BDP oferta tasas de interés altamente competitivas, menores a las que tiene un crédito productivo tradicional, con el objetivo de motivar a micro, pequeñas, medianas y grandes empresas al cuidado del medio ambiente. Está enfocado a cuatro sectores productivos claves para la reactivación económica sostenible: Agricultura y Ganadería, Manufactura, Hoteles y Restaurantes, además de Transporte y Almacenamiento.
Está destinado a financiar actividades de unidades productivas que requieran optimizar sus procesos, incrementar su productividad, generar ahorros en energía, acceder a nueva tecnología, reducir pérdidas y -a la vez- prevenir la contaminación ambiental; es decir, producir más, con menos.
El BDP mide el impacto de sus financiamientos y reducción de la huella de carbono, un indicador clave en la lucha contra el cambio climático.