Luego de la lectura del fallo sobre el Silala, en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el canciller de Bolivia, Rogelio Mayta, destacó que la determinación judicial deja claro que el país tiene derecho al uso equitativo y razonable sobre esas aguas y, por ende, Chile no tiene ningún derecho adquirido para usar ese recurso hídrico en su totalidad.
“La Corte también ha dejado claro que Bolivia tiene derecho al uso equitativo y razonable sobre las aguas del Silala, por lo que queda claro que Chile no tiene ningún derecho adquirido para el uso del total de las aguas del Silala, como pretendía en su demanda”, señaló el jefe de la diplomacia boliviana, en contacto con Bolivia Tv.
La lectura del fallo fue hecha por la presidenta del tribunal de La Haya, la juez Joan Donoghue, en la ciudad del mismo nombre, en los Países Bajos.
Mayta afirmó que las expectativas de Bolivia no giran en torno a perder o ganar la demanda, sino a resolver la controversia respecto a las aguas del Silala. En ese marco, destacó que el veredicto da importantes certezas para el país.
El canciller subrayó que el dictamen de la CIJ deja claro que “Bolivia tiene derecho sobre la canalización que se ha realizado en su territorio”.
En la lectura del fallo, la juez Donoghue puntualizó que el país puede disponer de esas infraestructuras, pero en observancia al derecho consuetudinario internacional.
El ministro de Relaciones Exteriores también destacó el hecho de que La Haya establece el derecho de Bolivia para recuperar los bofedales que han sido deteriorados por la canalización del Silala.
En ese marco, afirmó que la instancia judicial internacional no incumplió sus obligaciones, en cuanto al derecho internacional, echando por tierra las acusaciones vertidas por Chile.
El 2016 Chile presentó una demanda contra Bolivia ante la CIJ, sobre el estatus y uso de las aguas del Silala. El 2018 Bolivia contrademandó a Chile y pidió que la corte establezca la soberanía del país sobre los canales artificiales y drenaje hechos en su territorio, para conducir un mayor flujo de agua hacia el vecino país.