Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) enfrenta una situación crítica tras el cierre de las válvulas del pozo Yara X-2, ejecutado por un grupo de pobladores del municipio de Yapacaní. La estatal petrolera estima una pérdida diaria de 306.000 bolivianos debido a esta acción.
El incidente, ocurrido ayer por la tarde, responde a la demanda de los pobladores para que la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) apruebe un crédito destinado a la construcción de una carretera en la región. Los manifestantes expresaron su frustración, argumentando que han esperado pacientemente por soluciones que aún no se materializan.
“YPFB informa a la opinión pública que la toma y cierre de válvulas de los pozos Yarara-X1 y Yarara-X2 generaría un impacto en la producción nacional y una pérdida diaria de Bs 306.000. La reducción de la producción de gas y petróleo puede afectar el suministro energético del país y su capacidad de cumplir con contratos de exportación”, señala parte del comunicado emitido por la estatal petrolera.
Además del impacto económico inmediato, YPFB advierte sobre posibles consecuencias operativas graves. “Entre otras consecuencias operativas se puede generar una pérdida de presión y productividad del yacimiento, daño a las formaciones, corrosión y deterioro de equipos e interrupción de la prueba de producción, lo que traería graves consecuencias en desmedro de los ingresos para el país”, agrega la nota.
Ante esta situación, YPFB hace un llamado al diálogo con los sectores movilizados, instándolos a deponer sus medidas de presión. La compañía también ha advertido sobre la posibilidad de tomar acciones penales en caso de que se produzcan daños a la infraestructura.