Infobae.- En el frente este de Ucrania, los militares a cargo de los tanques aseguran estar listos para la ofensiva anunciada por Kiev, tras luchar contra las fuerzas rusas en Bakhmut, donde la batalla podría llegar pronto a su fin.
En medio de un bosque, el responsable del grupo Oleksandr y otros tres soldados limpian el enorme cañón de su tanque T-72 con una escobilla de seis metros.
Llevan varios días sin disparar, pero se aseguran de que su vehículo de combate esté operativo. El objetivo es estar “siempre listos” para la anunciada ofensiva, dice Oleksandr, comandante de un escuadrón de T-72, que Polonia envió a Ucrania hace unos meses.
Ucrania afirma, desde hace varios meses, querer lanzar un asalto decisivo para invertir el curso de la invasión rusa y liberar el territorio ocupado, incluyendo la península de Crimea.
“Tenemos que seguir adelante, porque ésta es nuestra única oportunidad de volver pronto a casa. Sólo con nuestra victoria podremos llegar antes a casa. Así que esperamos, esperamos”, explica el jefe de equipo, sin aliento tras limpiar el cañón.
A lo lejos retumban los disparos de artillería y las explosionas. Bakhmut está apenas a unos 15 kilómetros. Desde el verano boreal, esta ciudad concentra los violentos combates que asolan el este de Ucrania.
El grupo paramilitar Wagner y las fuerzas especiales del ejército de Moscú progresaron en las últimas semanas de manera notable en el centro de la localidad, donde los ucranianos solo están presentes en una pequeña parte del oeste.
Las autoridades rusas, por su parte, afirman controlar cerca del 90% de la urbe, casi totalmente destruida y que antes del conflicto contaba con unos 70.000 habitantes. “Por lo que puedo saber de la situación actual, parece que no queda nada en Bakhmut que esté controlado por nosotros”, cuenta Oleksandr.