El Tribunal Supremo Electoral (TSE) oficializó este martes el nombramiento de Grover García, dirigente campesino, como presidente del Movimiento Al Socialismo (MAS), en reemplazo de Evo Morales, quien lideró el partido desde su fundación en 1999. Este cambio responde a la sentencia constitucional 0776/2024-S4, emitida por el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), que avaló el congreso “arcista” celebrado en mayo de este año en la ciudad de El Alto.
El TSE actuó tras un requerimiento de la Sala Constitucional Primera de La Paz, que había otorgado un plazo de tres días para que el órgano electoral informe sobre la implementación de la sentencia del TCP. Aunque la resolución aún no ha sido formalmente firmada, fuentes internas del TSE confirmaron que los procedimientos están en marcha, en cumplimiento del fallo judicial.
La sentencia validó la legalidad del congreso partidario realizado los días 3, 4 y 5 de mayo, en el que García fue elegido como máximo dirigente del MAS. Este evento estuvo marcado por una feroz disputa interna con la facción liderada por Morales, que desconoció los resultados en un intento por conservar el control de la organización política.
Fin de una era: Evo Morales queda relegado
Con esta decisión, Evo Morales pierde oficialmente el liderazgo del partido que fundó y lideró durante 25 años, consolidándolo como una de las principales fuerzas políticas de Bolivia. Bajo su conducción, el MAS fue una pieza clave en su gestión como presidente entre 2006 y 2019.
Este desplazamiento marca un hito en la pugna interna entre las facciones “arcista”, afín al presidente Luis Arce, y “evista”, liderada por Morales. Mientras los seguidores de Arce buscan renovar liderazgos y fortalecer la institucionalidad partidaria, los leales a Morales sostienen que esta transición es un intento por marginar al expresidente del escenario político.
Repercusiones políticas
El reconocimiento de Grover García como líder del MAS podría redefinir el curso político del partido y su relación con el Gobierno de Luis Arce. Analistas políticos señalan que este cambio podría consolidar la posición del oficialismo en el corto plazo, pero también profundizar las divisiones internas, afectando el desempeño electoral del MAS en 2025.
La salida de Morales del liderazgo partidario abre interrogantes sobre su futuro político. Algunos expertos consideran que este movimiento podría debilitar su influencia, mientras otros creen que Morales podría buscar nuevas plataformas para mantenerse vigente en la política boliviana.
Proyecciones hacia 2025
El TSE aún debe completar los trámites administrativos para formalizar la transición, lo que incluye la firma de la resolución que ratifique a García como presidente del MAS. Sin embargo, la decisión ya sienta un precedente en la historia política reciente del país, destacando el papel del sistema judicial y electoral en la resolución de conflictos internos dentro de los partidos.
De cara a las elecciones presidenciales y legislativas de 2025, el desenlace de esta disputa interna será determinante para el futuro del MAS y su capacidad para mantenerse como una fuerza política relevante en Bolivia. La fragmentación interna podría representar tanto un desafío como una oportunidad para la reconfiguración del espectro político nacional.