El vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Francisco Vargas, anunció que el órgano electoral finalizará el trabajo técnico sobre la redistribución de escaños parlamentarios en septiembre, en preparación para las elecciones presidenciales de 2025. Posteriormente, el proyecto de ley será enviado a la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) para su aprobación, lo cual se espera ocurra antes de noviembre.
En una entrevista con Unitel, Vargas explicó que el TSE, una vez recibidos los datos poblacionales del Instituto Nacional de Estadística (INE), conformará una comisión encabezada por la Unidad de Geografía Electoral. Esta comisión tendrá la tarea de revisar y aprobar el informe técnico que será remitido a la ALP para su consideración.
El director del INE, Humberto Arandia, aseguró que los datos de población y vivienda, cruciales para la redistribución de escaños, serán entregados puntualmente antes del 30 de agosto. Estos datos permitirán al TSE llevar adelante la primera de las dos fases necesarias para establecer una nueva geografía electoral. La segunda fase implicará la delimitación de circunscripciones uninominales basada en el crecimiento o decrecimiento poblacional en diferentes municipios y regiones.
Vargas subrayó la importancia de que la ALP apruebe la ley correspondiente en noviembre, ya que ello permitirá al TSE avanzar en la nueva delimitación de circunscripciones, un proceso esencial para asegurar la representación equitativa en las próximas elecciones. Además, indicó que el trabajo técnico del TSE se basará en tres criterios: la población, el desarrollo humano y el desarrollo económico de los departamentos, en línea con el mandato constitucional.
Finalmente, Vargas destacó que el trabajo del TSE es eminentemente técnico y que respetan la separación de poderes, dejando en manos de la Asamblea Legislativa la decisión final sobre la aprobación del proyecto de ley. Afirmó que cualquier especulación sobre posibles modificaciones al trabajo técnico por parte de la ALP sería prematura y que el TSE se mantendrá a la espera de la decisión legislativa, en un proceso que será transparente y de cara a la población boliviana.