El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha puesto en marcha un paquete de medidas enérgicas para cumplir con sus promesas electorales, anunciando este lunes su intención de deportar a “millones” de migrantes indocumentados. En su primer discurso oficial, el mandatario subrayó que firmará una serie de decretos para abordar lo que calificó como una “emergencia nacional” en la frontera sur del país.
Trump aseguró que tomará acciones inmediatas para bloquear todas las entradas ilegales al país y anunció el despliegue de tropas en la frontera para devolver a los “criminales extranjeros” a sus países de origen. “Comenzaremos el proceso de enviar a millones de inmigrantes ilegales a los lugares de donde vinieron”, afirmó con firmeza.
Como parte de su estrategia, el presidente también reveló una nueva medida contra el narcotráfico: los cárteles mexicanos serán incluidos en la lista de organizaciones terroristas. Esta decisión se enmarca en su esfuerzo por combatir el tráfico de drogas en la región y reforzar la seguridad en la frontera.
El discurso de Trump llega en un momento de tensión diplomática, especialmente con la respuesta de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. La mandataria destacó la contribución positiva de los migrantes mexicanos a la economía estadounidense, recordando que en 2024 los migrantes enviaron un récord de 65.000 millones de dólares en remesas, lo que representa aproximadamente el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) de México. “El pueblo de México es trabajador”, subrayó Sheinbaum, reiterando el compromiso de su gobierno en defender a la comunidad migrante frente a las nuevas políticas de Trump.
Además, Sheinbaum enfatizó que los migrantes son un pilar fundamental de la economía de Estados Unidos, debido a su contribución laboral y fiscal.
En su discurso, Trump también hizo referencia a su campaña electoral, recordando el atentado que sufrió y asegurando que fue “salvado por Dios” para cumplir su promesa de hacer a Estados Unidos “grande de nuevo”. Aseguró que continuará su lucha contra lo que calificó como una administración “radical y corrupta”, en alusión al gobierno de su predecesor, Joe Biden.
En el ámbito económico, Trump anunció planes para abordar la inflación a través de una “emergencia nacional de energía”. Indicó que fortalecerá la exploración de hidrocarburos, especialmente petróleo y gas, con el objetivo de llenar las reservas nacionales y exportar energía, lo que, según él, contribuirá a la riqueza del país.
Este discurso marca el inicio de un mandato en el que Trump buscará implementar políticas migratorias más estrictas y fortalecer la economía estadounidense, mientras genera tensiones tanto con México como con los sectores pro-migrantes dentro de su país.