DW.- Las fuerzas armadas ucranianas aseguraron este sábado que habían entrado en Kupiansk, en el este de Ucrania, una ciudad clave que ha estado bajo control ruso durante varios meses. Las fuerzas especiales publicaron imágenes en las redes sociales en las que se veían a sus combatientes “en Kupiansk, que fue y siempre será ucraniana”.
En otro mensaje, un responsable regional difundió una imagen con soldados ucranianos en la ciudad, de unos 27.000 habitantes, y escribió que “Kupiansk es Ucrania”. Esta localidad había sido capturada por las fuerzas rusas menos de una semana después de que Moscú lanzara su invasión de Ucrania, el pasado 24 de febrero. Periodistas vieron a personal policial ucraniano patrullando las calles, mientras continuaba la ofensiva de los soldados.
La captura total de Kupiansk por las fuerzas ucranianas plantearía serios problemas para Moscú, pues la ciudad se halla en medio de carreteras que han servido para el abastecimiento para otras posiciones rusas en el frente del este, como Izium. Periodistas de la agencia Reuters confirmaron que la bandera ucraniana ondea en la estación central de trenes de Kupiansk.
Avances en el sur
Asimismo, el Ejército anunció masivos avances de varias decenas de kilómetros en el sur del país, en el marco de la ofensiva que se lleva adelante en la región de Jersón. Se trata de la recuperación de territorios invadidos desde el comienzo de la ofensiva rusa por las fuerzas bajo las órdenes de Vladimir Putin. Hasta ahora, los anuncios de Kiev respecto a la ofensiva en el sur han sido menos detallados, bajo el argumento de que se quiere mantener cierto secreto por razones de seguridad.
“Nuestras tropas están avanzando a lo largo del frente del sur en varias secciones, entre dos y varias decenas de kilómetros” afirmó a la prensa local Nataliya Gumenyuk, portavoz del mando sur del ejército ucraniano. Miles de personas han muerto, millones han sido desplazadas y decenas de ciudades de Ucrania han sido destruidas en lo que Rusia llama “operación militar especial” para “desarmar” y “desnazificar” (sic) a su vecino.