En una reciente reunión entre dirigentes de la Cámara Boliviana de Transporte Nacional e Internacional (CBT) y el presidente Luis Arce, se decidió suspender los bloqueos de carreteras programados para este lunes. Sin embargo, el encuentro no logró alcanzar un acuerdo concreto sobre las demandas del sector.
El presidente de la CBT, Héctor Mercado, expresó su descontento tras la reunión, lamentando que ninguna de sus quejas haya sido atendida. “Vamos a dejar trabajar”, afirmó, refiriéndose a la decisión de dar tiempo al presidente Arce para responder a sus exigencias. Pese a la falta de avances, se comprometió a permitir que el Gobierno continúe con sus labores mientras se buscan soluciones.
El dirigente destacó que la coordinación iniciada el sábado en las mesas técnicas continuó durante el encuentro, pero sin avances significativos, especialmente en los temas relacionados con la Dirección de Prevención de Robo de Vehículos (Diprove) y el suministro de combustible en el país.
Los transportistas de La Paz, Santa Cruz y Potosí han otorgado un plazo de tres meses para que el Gobierno resuelva sus demandas, aunque Mercado enfatizó que su sector no está dispuesto a esperar tanto tiempo. “Nosotros no vamos a esperar tres meses para que nos den respuesta”, señaló, indicando que ninguno de sus pedidos de destitución de autoridades fue debatido durante la reunión.
Las demandas del sector incluyen la destitución del ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño; la presidenta de la Aduana Nacional, Karina Serrudo; y el presidente del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), Mario Cazón. Además, rechazan el Decreto Supremo 5146, que regula los contratos entre empresas y choferes, y critican la falta de dólares y los problemas en el suministro de combustibles.
Tras la reunión, el ministro Montaño aseguró que el trabajo en las mesas técnicas continuará con el objetivo de encontrar soluciones a las demandas del sector. “No va haber ningún bloqueo, eso es lo que se comprometieron los transportistas”, afirmó, y anunció que se programó una nueva reunión para dentro de 90 días.
La tregua otorgada por el transporte pesado brinda un respiro temporal al Gobierno, aunque la presión persiste para que se atiendan y resuelvan las demandas de este importante sector.