DW.- Un terremoto de magnitud 6.6 sacudió la provincia central de Sichuan, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). La televisión pública reporta al menos 7 muertos.
Según el Centro de Redes Sismológicas de China, el sismo, registrado a las 12:52 hora local (04:52 GMT) de este lunes, tuvo una magnitud de 6.8, se produjo a una profundidad de 16 kilómetros y tuvo su epicentro en el condado de Luding, situado a unos 200 kilómetros de la capital provincial, Chengdu, de más de 20 millones de habitantes.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), referencia mundial en la medición de estos fenómenos, registró a la misma hora un sismo de 6.6 grados de magnitud, con una profundidad de 10 km.
De acuerdo con la escala utilizada por las autoridades sismológicas de China, un terremoto de magnitud 6 significa que la mayoría de personas afectadas no puede permanecer erguida de forma estable durante el sismo y se pueden producir grietas en las paredes y la caída de tejas y chimeneas.
El movimiento se sintió en la ciudad de Chengdu, según los pobladores. “Lo sentí bastante fuerte” comentó una mujer de apellido Chen. “Algunos de mis vecinos en el primer piso dicen que lo sintieron muy claramente”, agregó.
De acuerdo con la prensa local, en Chengdu, la gente huyó de sus casas a las calles por miedo; pero, de momento, no se encontraron daños importantes en los edificios.
Aún no estaba claro cómo era la situación en áreas remotas, pero la televisión pública informó de al menos 7 muertes.
China es un país altamente sísmico, en especial el suroeste. La provincia de Sichuan, muy montañosa y famosa por sus reservas de pandas, se encuentra en una zona con frecuente actividad sísmica y suele ser remecida varias veces por mes por sismos de intensidad variable. Fue el escenario, en mayo de 2008, de un catastrófico terremoto de una magnitud de 8 grados, que dejó más de 90,000 muertos y desaparecidos.
En junio pasado, la provincia fue sacudida por un sismo de 6.1 grados de magnitud que dejó cuatro muertos y decenas de heridos.
En las últimas semanas, Sichuan se ha visto golpeada además por una ola de calor de una intensidad inédita en décadas, una sequía que provocó cortes de suministro eléctrico en algunas zonas, incendios y unos rebrotes de covid que han desembocado en el confinamiento de su capital desde el viernes pasado.