La reciente movilización de seguidores de Evo Morales en la ciudad de La Paz ha provocado un significativo impacto económico en la Terminal de Buses, con una caída del 15% en las recaudaciones, según informó Iván Luque, encargado de Operaciones de la terminal.
El lunes, la marcha en apoyo a la candidatura de Morales llegó a la ciudad, desencadenando enfrentamientos y bloqueos que afectaron directamente las operaciones de la Terminal de Buses. Durante más de una hora, los buses que arribaban a la ciudad solo pudieron llegar hasta el puente de la autopista, a la altura de la Cervecería, lo que generó caos y confusión entre los pasajeros. Ante la gravedad de los disturbios, la terminal se vio obligada a cerrar sus puertas y cancelar temporalmente todas las salidas de buses.
Iván Luque explicó que estos eventos no solo alteraron el flujo de pasajeros, sino que también ocasionaron una pérdida económica considerable para la entidad. “En términos de recaudaciones, se generó un daño del 15% debido a la disminución en la afluencia de pasajeros, quienes evitaron viajar por temor a quedar atrapados en los bloqueos”, señaló Luque.
A pesar de estos contratiempos, el martes las operaciones en la terminal comenzaron a normalizarse, aunque con algunas restricciones. Las salidas hacia el vecino país de Perú, por ejemplo, tuvieron que realizarse por rutas alternas debido a los bloqueos en la vía hacia Copacabana. Sin embargo, Luque destacó que la coordinación con el personal de Tránsito ha permitido que la situación se estabilice gradualmente.
El impacto de las movilizaciones no se limitó solo a las recaudaciones, sino que también afectó a los propios usuarios de la terminal, quienes enfrentaron retrasos, cancelaciones y la incertidumbre de no saber si podrían llegar a sus destinos. A medida que las operaciones vuelven a la normalidad, las autoridades de la Terminal de Buses esperan que la afluencia de pasajeros se recupere en los próximos días, aunque el daño económico ya está hecho.
Este episodio refleja las vulnerabilidades de la infraestructura de transporte ante las movilizaciones sociales y subraya la importancia de garantizar la seguridad y el acceso continuo a servicios esenciales como el transporte interdepartamental, especialmente en momentos de crisis política y social.