El Gobierno nacional anunció este jueves la suspensión temporal de las exportaciones de aceite comestible, con el objetivo de garantizar el abastecimiento en el mercado interno y estabilizar los precios para la población. La medida fue comunicada por el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, quien destacó que la decisión busca preservar la seguridad alimentaria y proteger la economía familiar.
En conferencia de prensa, Huanca explicó que, aunque los productores e industriales aseguran que hay suficiente producción para el consumo interno, en los puntos de venta se reporta escasez y alzas en los precios. Datos oficiales indican que la demanda nacional de aceite para este año es de 88.900 toneladas, pero hasta ahora solo se han destinado 75.900 toneladas al mercado interno, mientras que 328.609 toneladas han sido exportadas.
Aunque las industrias cuentan con un stock disponible de más de 39.000 toneladas, el Gobierno identificó fallas en la distribución hacia los centros de abasto, lo que ha generado una oferta insuficiente y un aumento en los precios al consumidor.
Reforzarán controles en mercados y fronteras
La suspensión de exportaciones se complementa con un incremento en los controles de comercialización. El Viceministerio de Defensa de los Derechos del Usuario y Consumidor intensificará los operativos en mercados para combatir el agio y la especulación. Asimismo, se aplicarán medidas estrictas para frenar el contrabando hacia países vecinos, un factor que también afecta el abastecimiento interno.
“En muchos puntos de venta no hay aceite disponible o este se ofrece a precios altos, cuando debería comercializarse entre Bs 11 y Bs 13 por litro”, señaló el ministro Huanca.
Perspectiva de productores e intermediarios
Por su parte, la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob) asegura que la producción es suficiente para satisfacer la demanda interna. Sin embargo, comerciantes mayoristas afirman que los volúmenes de distribución desde las plantas industriales han disminuido, lo que perjudica la llegada del producto a los consumidores finales.
El Gobierno reiteró su compromiso de dialogar con la industria y los intermediarios para encontrar soluciones conjuntas que normalicen el abastecimiento en el mercado local.
Medida temporal con impacto económico
La suspensión de exportaciones estará vigente hasta que se garantice el suministro suficiente y los precios se estabilicen. Según el ministro Huanca, esta decisión busca equilibrar la distribución del producto y proteger a los consumidores bolivianos de abusos en los precios.
No obstante, surgen inquietudes sobre el impacto de esta medida en el sector exportador y en la economía de las industrias oleaginosas, que dependen en buena parte del comercio exterior. Pese a ello, el Gobierno subraya que su prioridad es garantizar la disponibilidad del aceite en el mercado interno.
Con esta decisión, el Ejecutivo busca atender de manera inmediata las necesidades de los consumidores, mientras enfrenta retos logísticos y comerciales para estabilizar la situación en el corto plazo.