DW.- Por estrecho margen, los suizos aprobaron este domingo una reforma que retrasa la edad oficial de jubilación de las mujeres desde los 64 a los 65 años, igualando a la de los hombres. La propuesta forma parte de la nueva estructura del sistema de pensiones, que sin un cambio de fondo corre el peligro de colapsar por el aumento de la esperanza de vida y la enorme generación que llega a la edad de dejar de trabajar.
El 50,57% de los votantes apoyó la medida propuesta por Berna, que había sido rechazada en 2004 y 2017. En una votación separada y con un margen más amplio a favor, del 55%, también se aprobó el aumento de la financiación de la reforma de pensiones a través de un alza del impuesto sobre las ventas. Los resultados mostraron una división dramática entre las diferentes regiones suizas, con la parte germanoparlante abrumadoramente a favor y las zonas francesa e italiana claramente en contra del aumento en la edad de jubilación.
Los defensores de la reforma argumentaban que es razonable fijar la misma edad de retiro para hombres y mujeres, pero la medida desató polémicas, porque en 2020 las mujeres recibieron en Suiza pensiones de media casi un 35% más bajas que sus pares masculinos, según el ministerio de Economía. Los detractores de la medida señalan que es injusto aumentar su edad de jubilación sin resolver antes ese problema.
Consultas nacionales trimestrales
La reforma del sistema también flexibiliza la edad a la que pueden jubilarse muchos trabajadores, que se situará entre los 63 y 70 años, además de aumentar el IVA del 7,7 al 8,1%, y el IVA reducido que se aplica a ciertos productos del 2,5 al 2,6%. Estas reformas ya habían sido aprobadas por el Gobierno y el Parlamento helvéticos, pero partidos de izquierda y sindicatos habían logrado las firmas necesarias para someterlas a referéndum.
Los suizos estaban convocados, como sucede una vez cada trimestre, a distintas consultas nacionales, pero también locales, como el cantón de Berna, que rechazó adelantar la edad de voto a los 16 años. A nivel nacional, en tanto, fue rechazada (con el 63 por ciento de los votos) una iniciativa para prohibir la ganadería intensiva que hubiese erradicado las fincas industriales de este país, aún ampliamente rural, aunque la agricultura pese relativamente poco en la riqueza nacional.