Santa Cruz enfrenta el peor desastre ambiental de su historia, con más de 7 millones de hectáreas devastadas por incendios. Según Jhonny Rojas, coordinador del Centro de Operaciones de Emergencia Departamental (COED), esta es la crisis más grave que ha vivido la región.
A pesar de las lluvias del jueves, el departamento sigue luchando contra 45 incendios activos en 17 municipios. Aunque las precipitaciones ayudaron a reducir la intensidad del fuego, no fueron suficientes para controlar completamente la situación. Los bomberos continúan en un esfuerzo incansable, monitoreando y realizando rastrillajes en las áreas afectadas.
Hasta la fecha, más de 1.000 personas, entre bomberos, rescatistas y voluntarios, se encuentran desplegadas en la zona. La Gobernación de Santa Cruz ha movilizado 75 vehículos, incluyendo camionetas, cisternas y maquinaria pesada, para apoyar las labores de combate y socorro a las comunidades afectadas.
El impacto de los incendios es devastador: 26 comunidades han sufrido daños directos, 21 viviendas han sido destruidas y más de 4.100 familias están afectadas. La magnitud del desastre ha llevado a Rojas a pedir mayor apoyo, resaltando que, aunque cuentan con ayuda de brigadas internacionales, la situación sigue siendo crítica.