El Sistema Integrado de Defensa y Control de Tránsito Aéreo (Sidacta) tienen el 95% de funcionamiento e interceptó unos 400 vuelos irregulares desde el mes de abril hasta la fecha, informó el ministro de Defensa, Edmundo Novillo.
“Una vez que entre al cien por ciento de funcionamiento, y en coordinación con el trabajo de los reglamentos que están en borrador final, del cual estamos viendo si el reglamento va a tener o no la autorización de derribo de la avioneta, debido a que algunos países vecinos lo tienen y otros no”, informó la autoridad.
Según un reporte institucional, el sistema de radares funcionará “en su totalidad” el próximo mes. Desde abril a la fecha son más de “400 interceptaciones de vuelos irregulares” realizados en el espacio aéreo boliviano.
Tras la detección de vuelos irregulares, se realizaron las interceptaciones con los aviones K-8, los cuales obtienen fotografías o videos, a través de los cuales se percibió que varias aeronaves detectadas están cambiando sus matrículas, información que será enviada al Ministerio de Gobierno para que esta instancia tome acciones.
Novillo señaló que esta información también será remitida a la Dirección de Aeronáutica Civil (DGAC), para que tomen acciones contra los vuelos irregulares que atraviesan el territorio nacional.
En ese contexto, recordó el caso del avión que se estrelló en territorio argentino, el cual fue detectado en su momento como vuelo irregular en el espacio aéreo boliviano, en aquella ocasión se informó al Ministerio de Gobierno y a través de la Fiscalía se intervino y precintó la aeronave.
Sin embargo, “extrañamente” el fiscal a cargo hizo desprecintar la avioneta y permitió nuevamente su vuelo.
Según la autoridad, las organizaciones criminales estarían buscando otros corredores, por lo que esa cartera de Estado planteará el “accionar en otras rutas aéreas”.
Novillo -en entrevista con el Grupo Centro Cochabamba- remarcó que se trabaja en un reglamento para derribar, en última instancia, los vuelos irregulares en espacio aéreo boliviano.
“Estamos trabajando (…) un reglamento que va a definir, si como última instancia cuando el vuelo irregular no va a hacer caso al protocolo para que aterrice y este sea hostil y amenace al otro avión de la Fuerza Aérea, puedan ser disparados o diferentes formas de reacción, se considere que pueda ser derribado”, manifestó la autoridad.