AFP.- El alcalde de una pequeña ciudad minera en el sur andino de Ecuador fue asesinado a tiros el miércoles, a días de celebrarse una consulta popular con la que el gobierno pretende aprobar reformas para enfrentar la crisis de inseguridad, informaron autoridades.
José Sánchez, alcalde del cantón Camilo Ponce Enríquez de la provincia de Azuay, “fue baleado y producto de ello perdió la vida”, señaló la alcaldía de esa localidad en su página de Facebook.
Se trata de la segunda autoridad ultimada a tiros en menos de un mes. En marzo, la alcaldesa de San Vicente, en Manabí (suroeste), fue asesinada en circunstancias similares.
Sánchez, de 52 años, estaba ejercitándose durante la noche acompañado de su equipo de seguridad cuando hombres armados abrieron fuego, según reportó la policía en la red social X.
Los sospechosos “se movilizaban en una camioneta que después fue presuntamente incinerada y localizada posteriormente”, añadió.
El ministerio del Interior expresó su solidaridad con la familia y amigos del alcalde, quien había sufrido un atentado en su vivienda en octubre del año pasado.
“Este trágico suceso refuerza nuestro compromiso incansable de luchar contra graves actos criminales”, apuntó el ministerio del Interior en un comunicado difundido en su cuenta de X.
Sánchez era abogado y en 2021 presidió la Cámara de Minería de Camilo Ponce Enríquez, donde existe extracción ilegal de minerales.
El próximo domingo, cerca de 13,6 millones de ecuatorianos están convocados a la urnas para votar por reformas legales y constitucionales cuyo eje principal es el combate a la violencia.
Con el asesinato de Sánchez, suman cuatro los alcaldes asesinados en un año en Ecuador. Los otros tres fallecieron en la costera Manabí.
La Asociación de Municipalidades de Ecuador (AME) solicitó en un comunicado una investigación “exhaustiva y rápida” sobre el crimen y exigió protección para los alcaldes del país.
“Cada alcalde o alcaldesa caído es un golpe directo a la estabilidad y la gobernanza local”, apuntó la AME.
Fiscales, periodistas y policías también figuran entre las víctimas de organizaciones criminales locales ligadas a carteles de México y Colombia.
El asesinato más sonado fue el del candidato presidencial Fernando Villavicencio, quien en agosto pasado fue baleado al salir de un evento de campaña.
Las muertes de este año se han dado en medio de un rebrote de la violencia y de un conflicto armado interno, declarado por el presidente Daniel Noboa para combatir a las bandas criminales con las fuerzas armadas.