Los periodos largos de sequía registrados en los últimos años ha afectado hasta en un 30% la producción de café en Bolivia y cada vez se cosecha menos en las zonas tropicales y subtropicales debido a factores climatológicos.
Según el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Café (Anproca), Abednego Alípaz, cada año va disminuyendo la producción del grano y esta situación genera preocupación en el sector porque genera una caída en los ingresos de la gente que se dedica a esta actividad.
Hasta el año 2000, en Bolivia se producían más de 190 mil bolsas, cada una de 60 kilos de peso; sin embargo, por las enfermedades y los efectos del cambio climático fue bajando hasta llegar a un promedio de 35 mil bolsas, señala el productor citado por ANF.
Para el representante de los cafetaleros, esta situación que se está viviendo desde hace varios años es un “retroceso muy importante en la producción” que tiene que ver con los efectos climatológicos que se vive no sólo en el país, sino a nivel global.
“Estoy seguro que habrá una menor producción”, vaticina el vicepresidente de Anproca al informar que las cosechas de este año se retrasaron de forma gradual, primero debido a que el café maduró muy tierno y se tuvo que esperar para poder desyerbar con el fin de proteger el cultivo por la insuficiente lluvia. “Eso no ha permitido cuajar los granos”, agrega.
Alípaz sostiene que al margen de la prolongada y aguda sequía que está afectando a la producción agrícola en general en gran parte del país, se suma la falta de apoyo del Gobierno nacional a los productores.
El 96% de la producción de café en Bolivia se concentra en las provincias de Caranavi, Nor y Sud Yungas del departamento de La Paz, la especie que se produce es la Arábica; después aparece Santa Cruz con un 3% y Cochabamba con el 1%.