AP.- Rusia atacó más de 40 aldeas por toda Ucrania durante un día, dijeron funcionarios ucranianos el miércoles, mató al menos a dos personas y mantuvo el terror que obliga a las personas a buscar los refugios antiaéreos cada noche.
Las fuerzas rusas lanzaron cinco cohetes, 30 ataques aéreos y más de 100 ataques con sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple contra objetivos ucranianos, dijo el Ejército ucraniano.
En tanto, aumentan los temores de que Rusia, que enfrenta reveses en el campo de batalla, intente detonar una bomba sucia, que emplea explosivos para propagar residuos radiactivos, para sembrar el terror.
Por su parte, el ministro de Defensa de Rusia llamó a sus homólogos de India y China para transmitir la preocupación de Moscú sobre un supuesto plan ucraniano para usar una “bomba sucia”, repitiendo una acusación que Ucrania y Occidente niegan con vehemencia.
El ministro Serguei Shoigu hizo la misma afirmación al conversar con sus homólogos británico, francés, turco y estadounidense el domingo.
A pesar del rechazo occidental de las afirmaciones rusas, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, insistió en que “tenemos la información de que hay una preparación en curso en Ucrania para un ataque terrorista de este tipo”.
“Continuaremos informando enérgicamente a la comunidad mundial sobre lo que sabemos para persuadirla de que tome medidas para evitar una acción tan irresponsable por parte del régimen de Kiev”, dijo Peskov a los periodistas.
Un funcionario ucraniano informó el miércoles que un ataque ruso golpeó una gasolinera en la ciudad de Dnipro y mató a una mujer embarazada y otra persona. El gobernador de la región de Dnipropetrovsk, Valentyn Reznichenko, dijo que cuatro personas heridas fueron hospitalizadas.
Mientras, en Mykolaiv, una ciudad portuaria en el sur, los residentes hacen fila para recibir raciones de pan y alimentos enlatados. Varios edificios y vecindarios fueron atacados el martes, y se desconoce si hubo víctimas. Los misiles continuaron hasta la madrugada del miércoles.
El único punto de distribución de alimentos en Mykolaiv da pan gratis solo una vez cada tres días. Muchos deben caminar largas distancias para recolectar los alimentos esenciales para su familia.
“Pan y comida enlatada es todo lo que como. Ya es casi invierno y es aterrador”, dijo Anna Bilousova, de 70 años.
Para Olena Motuzko, de 74 años, conseguir la comida es un calvario porque su marido es discapacitado y debe dejarlo solo durante horas.
Otros intentan sobrevivir en refugios subterráneos.
Una mujer de 73 años pasa sus días en su casa, cocinando y lavando, y todas las tardes alrededor de las 6 se dirige a un pequeño dormitorio improvisado bajo tierra en un sótano con varios miembros de su familia. Hace esto desde que comenzó la guerra en febrero.
Valentyna, quien pidió que no se usara su apellido por razones de seguridad, se va al refugio por miedo a los ataques nocturnos casi diarios. “Es muy aterrador… mi sistema nervioso no puede con eso”, dijo, sentada en su dormitorio improvisado.
En el refugio, ella y su familia cuentan las explosiones que escuchan y luego revisan sus teléfonos para saber dónde cayeron las bombas.