El Kremlin reconoció este jueves que la invasión rusa en Ucrania es “muy difícil” y aún está lejos de haber conseguido todos los objetivos fijados por el presidente Vladímir Putin.
“La operación militar especial continúa. Es una operación muy difícil y, por supuesto, ciertos objetivo se han logrado en un año”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en una entrevista con la cadena de televisión bosnia ATV y según declaraciones recogidas la agencia oficial TASS.
El representante del Kremlin recordó que Putin dio la orden de garantizar la “seguridad” de los residentes del Donbas en primer lugar, algo que, admitió, sólo se ha logrado en parte.
“Esta tarea ha sido parcialmente resuelta, pero solo parcialmente. Estamos aún lejos de poder completarla. Hay bombardeos múltiples, bombardeos de Donetsk y otras localidades y debemos hacer retroceder al enemigo a una distancia considerable. Por ello la operación continuará aún”, recalcó Peskov.
El portavoz sostuvo no obstante que se han “liberado importantes territorios en el Donbas”, donde Rusia se anexionó en septiembre pasado las regiones ucranianas de Lugansk y Donetsk tras unos referéndums celebrados sin garantías y en medio de una guerra.
El portavoz del Kremlin justificó la lentitud con la que avanza Rusia en la guerra con que se trata de “una operación militar especial” y “no una guerra”, y con el “intento de salvar ciudades y vidas humanas”.
“No estamos en guerra. Hacer la guerra es un asunto completamente diferente, esta es la destrucción completa de la infraestructura, esta es la destrucción completa de las ciudades”, dijo. “Nosotros no lo hacemos. Estamos tratando de salvar la infraestructura y estamos tratando de salvar vidas humanas”, enfatizó.
Ucrania acusa a Rusia de cometer crímenes de guerra por los ataques con misiles y drones contra edificios residenciales y la infraestructura civil.