Ronald Orozco es un destaco profesional cochabambino en el ámbito de la abogacía, incursionó en diferentes ramas del derecho: familia, penal y constitucional, porque una de sus convicciones es la continua capacitación y actualización.
Orozco tuvo claro desde su niñez que sería abogado y se veía a futuro litigando en los estrados judiciales, su vocación nació de la admiración que siempre sintió por su madre, Roxana Rosales Uriona, quien, a pesar que haber sido mamá a los 19 años, fue una luchadora, logró titularse en Ciencias Jurídicas y avanzó en su carrera profesional hasta llegar al Instituto de la Judicatura y, ocupar el cargo de jueza.
Orozco estudio en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) y una vez titulado sintió el impulso que hacer voluntariado, es así que emprendió el proyecto “Cuna” junto a la Cámara Junior Internacional (JCI) con el fin de lograr la asistencia familiar para los hijos con el fin de garantizar su bienestar.
“Presenté el proyecto porque me parecía algo fundamental para el bien de los hijos y además es un trámite judicial sencillo de encarar; se trata de hacer justicia”, asegura.
La asistencia familiar para los hijos es una problemática sensible e importante debido a la vulnerabilidad de los menores.
A lo largo de su carrera consolidó el Consorcio Nacional de Polux Abogados con oficinas en Cochabamba y Santa Cruz; sin embargo, ejerció sus primeras armas en el municipio de Tarata, distante a 29 kilómetros, aproximadamente, de la ciudad de Cochabamba. Allí pudo poner en práctica sus conocimientos y ante todo, aprendió importantes lecciones de vida como lograr tener empatía con los clientes.
No olvida las audiencias en las que se presentaban dificultades porque sus clientes eran quechuistas netos y no había traductores para facilitar el desarrollo de las audiencias lo que dejaba en desventaja a los litigantes del área rural.
Devoción a la virgen de Urkupiña
Se considera fiel devoto de la virgen de Urkupiña y cree que la misma lo llevó a trabajar a Quillacollo donde hizo un estudió de la problemática del denominado “Playón de Marquina” que aquejaba al municipio y elaboró una estrategia jurídica para recuperarlo a favor de los quillacolleños mediante una Acción Popular. De esta manera se logró unir en una sola pelea al Ejecutivo Municipal, al Legislativo, a las organizaciones sociales, Comité Cívico y otros actores políticos e institucionales.
“Me siento muy satisfecho por este logro, aunque después hubo el descuido de las autoridades”, dice.
El aporte de Orozco en la recuperación del Playón de Marquina es un hito histórico para Quillacollo porque se trata de una zona de recarga acuífera de 111 hectáreas de terreno.
Asesoramiento a la Confederación Sindical de Choferes de Bolivia
Actualmente viene asesorando a un sector muy importante del país, como es la Confederación Sindical de Choferes de Bolivia, desde el año 2022 a la fecha, habiendo logrado conceso en la propuesta de proyecto de Ley Modificatoria a la Ley 441 (Ley de Pesos y Dimensiones), que tanto aqueja a este sector.
“Es un sector importante para la economía y progreso del país, lamentablemente descuidado en anteriores gestiones; por lo cual es un nuevo reto a nivel nacional, esperando aportar profesionalmente en mejores leyes y condiciones para este sector, el servicio y, usuarios del mismo”, señala.
Si bien siente más afinidad por el Derecho Penal, pero también incursionó en el Derecho Informático y ahora en el Constitucional. Asegura que la actualización y especialización son importantes por lo que realizó estudios de especialidad en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, en Argentina, sobre Delitos Informativos y Evidencia Digital; cursó un Diplomado en Desarrollo de Habilidades Directivas y Gerenciales en la Universidad Privada Boliviana (UPB); hizo un diplomado Educación Superior en la UMSS; un diplomado en Derecho Procesal Penal con Mención en la Ley 1173 en la Universidad Mayor y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca; una Maestría en Derecho Constitucional y Procesal Constitucional en la Universidad Mayor Gabriel René Moreno y, actualmente, cursa un diplomado en Derecho Procesal Civil y una Maestría en Derecho Penal y Procesal Penal, ambos en la UMSS.
Le apasiona la docencia e impartir clases o como él se refiere “compartir” conocimientos, ya que considera que es la mejor forma de lograr una reforma judicial; fue docente en la Universidad Privada Domingo Savio y, permanentemente, participa de seminarios, conferencias y eventos académicos como panelista.
En 2014 creó, junto a otros abogados, un ingeniero informático y otro de sistemas, la Asociación Forense de Derecho e Informática (Asfodin) con el fin de atender delitos cibernéticos de manera interdisciplinaria.
Le parece importante conocer las necesidades de la gente y mantiene relaciones cercanas con OTB de Quillacollo, Colcapirhua y la zona sur de Cochabamba.
Para Orozco, la familia es fundamental y su prioridad. Está casado con Verónica Vargas y tiene dos hijas, Valentina y Nicol. Expresa su alegría de contar con una esposa que lo apoya incondicionalmente en todos los ámbitos de la vida. “Yo quiero que ella tenga la seguridad de que siempre tendrá mi respaldo y tratamos de ser buenos padres y tener una buena familia”, señala.