La semana pasada se realizó la primera cumbre de la Alianza de las Américas para la Prosperidad Económica (APEP, por sus siglas en inglés) con la presencia de 12 países del continente. La Fundación Milenio recomendó al Gobierno dejar de lado las diferencias ideológicas e integrar a Bolivia al grupo para recibir inversiones.
El viernes de 3 de noviembre se desarrolló la primera cumbre de la APEP en Washington, Estados Unidos. El presidente estadounidense, Joe Biden, dio la bienvenida a los jefes de Estado de Barbados, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Perú y Uruguay. México y Panamá enviaron a sus ministros de Relaciones Exteriores.
Entre los objetivos que se establecieron en la conclusión del encuentro están: fortalecer los lazos económicos entre las naciones; fomentar la innovación en los sectores público y privado; construir una infraestructura sostenible; fomentar las comunidades saludables; y luchar contra la crisis climática. Sobre este último punto, el país anfitrión propuso el enfoque de un plan que se resumen en la “energía limpia”.
El director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, sostuvo que Bolivia no debe autoexcluirse de la iniciativa de integración económica hemisférica más importante en varias décadas. Además, resaltó que la prioridad de la Alianza también va acorde con el compromiso de la Unión Europea para invertir en América Latina en proyectos de energía limpia.
“Quedar fuera del APEP es desaprovechar una ocasión única para impulsar nuestras exportaciones a Norteamérica y a otros mercados dinámicos de la región, además de privarnos de inversiones extranjeras para expandir y diversificar la producción de alimentos, minerales, energías y otras manufacturas y servicios tecnológicos, así como del financiamiento que estarán disponibles, a través de las agencias del gobierno estadounidense y del BID para proyectos de infraestructuras y desarrollo social”, indicó Oporto citado por ANF.
La APEP se mostró abierta a incorporar a más países al nuevo grupo continental para impulsar el progreso de la región con el talento humano, la integración de las economías y los mercados.
“No hacerlo sería contrario al interés nacional. No es admisible que por razones ideológicas se deje escapar la oportunidad de que vuestro país reciba las inversiones que necesita para remontar el estancamiento económico actual y resolver la escasez de divisas”, agregó el director de Milenio.
Oporto recordó los enormes perjuicios que para Bolivia significó perder el acceso preferencial al mercado de Estados Unidos a través del ATPDEA, principalmente para las exportaciones textiles y otras manufacturas nacionales en los años 2000.
“Desgraciadamente, estamos en camino de repetir esa historia, además de condenarnos a una creciente dependencia comercial, financiera y política de China, muchos de cuyos negocios son corrosivos para el crecimiento económico, la institucionalidad y la transparencia”, finalizó.