Un recluso de 37 años fue brutalmente golpeado en el penal de Palmasola, ubicado en Santa Cruz, un centro marcado por el hacinamiento y la precariedad que agravan las condiciones de seguridad. El ataque, que ha generado indignación en la opinión pública, llevó a las autoridades a anunciar medidas inmediatas para reforzar la vigilancia.
El director departamental de Régimen Penitenciario, Mauricio Romero, informó que el caso está bajo investigación de la Policía y la Fiscalía, que ya identificaron al presunto agresor, un familiar del interno agredido. “Se está determinando la responsabilidad del agresor o agresores, mientras se atiende la denuncia presentada”, declaró Romero a Red Uno.
Las autoridades también han entablado un diálogo con la familia de la víctima, con la mediación del Defensor del Pueblo, para abordar el caso. Según Romero, se han implementado controles más estrictos en los accesos al penal y se está reforzando la seguridad mediante turnos rotativos, en respuesta a los constantes episodios de violencia que ocurren en Palmasola.
Hacinamiento crítico y medidas de ampliación
Con una población de 9.130 reclusos, Palmasola es uno de los penales más hacinados de Bolivia. En este contexto, Romero destacó los esfuerzos para mejorar las instalaciones: “Se están recuperando predios y trabajando en la ampliación del penal. Palmasola será el primero en Bolivia con un complejo penitenciario de 17 hectáreas”. Sin embargo, las condiciones actuales, definidas por la insalubridad y la falta de recursos, continúan alimentando las tensiones y la violencia entre los internos.
Además de las medidas de seguridad, las autoridades trabajan en programas de reinserción social y reconciliación. “Estamos identificando los perfiles psicológicos de los internos para prevenir actos violentos y atender sus necesidades”, explicó Romero. Asimismo, se busca restringir el ingreso de personas con antecedentes de violencia de género y feminicidio, como parte de una estrategia para reducir la conflictividad dentro del penal.
Un sistema penitenciario en crisis
El incidente en Palmasola ha puesto en evidencia las graves deficiencias estructurales del sistema penitenciario boliviano. La falta de recursos y las condiciones insalubres dificultan la rehabilitación de los internos y contribuyen a un entorno de violencia. Según Romero, se están gestionando proyectos con organismos nacionales e internacionales para mejorar la infraestructura penitenciaria, aunque reconoció que los avances son lentos.
Mientras la investigación del ataque sigue en curso, el caso subraya la urgencia de reformas profundas en el sistema carcelario. La seguridad y la dignidad de los internos deben convertirse en prioridades para evitar que episodios como este se repitan.