EFE.- Rafael Nadal lo ha intentado todo, incluido un doble tratamiento en su dañada cadera, pero no llegará a tiempo para jugar en Roland Garros, algo que posiblemente anuncie mañana en una rueda de prensa (16.00 h) en su Academia.
El torneo que le ha visto ganar en 14 ocasiones desde su debut en 2005, incluida la del año pasado, se queda sin su gran campeón, al que dedicó una estatua en su entrada principal en mayo de 2021.
Será la primera vez en 18 temporadas que el tenista balear falta a la cita con el ‘Grand Slam’ galo, del que se ausentó en 2016, ya en plena competición, al sufrir una rotura en su muñeca izquierda. Eso le privó de saltar a disputar la tercera ronda ante su compatriota Marcel Granollers.
Han pasado 119 días desde el último partido oficial de Nadal en la segunda ronda del Open de Australia y que terminó con derrota ante Mackenzie McDonald.
Un día después se confirmó una rotura de grado 2 en el psoas ilíaco de su pierna izquierda que provocó que el tenista se haya perdido un total de nueve torneos del calendario: Doha, Dubái, Indian Wells, Miami, Montecarlo, Godó, Mutua Madrid Open, Roma y ahora Roland Garros. Eso le ha costado perder 2.370 puntos, que le sacaron por primera vez del ‘top10’ desde abril de 2005.
El campeón de 22 grandes tampoco estará en la tierra de París para celebrar su 37 aniversario. Desde 2005, sólo dejó de soplar las velas en la capital francesa en 2009, cuando cedió en los octavos con Robin Söderling, y en 2016, al retirarse antes de disputar la tercera ronda.
Nadal se queda con 445 puntos en el ranking ATP, lo que le desplaza fuera del ‘top100’ mundial, más concretamente más allá de la posición 130. Esa circunstancia no se daba desde la semana del 24 de marzo de 2003.
De esta forma, a la conclusión de Wimbledon, si es que finalmente está en condiciones de jugar, necesitará de invitaciones para entrar en los cuadros. Aunque ese no es el problema porque no le faltarán ‘wild cards’ como tampoco le faltaron a Roger Federer en el momento de decir basta por culpa de la rodilla.
La enésima lesión del mejor deportista español de la historia pone incertidumbre a su futuro en el deporte de la raqueta. Él tiene la última palabra.