Agencias.- Los presidentes latinoamericanos debatieron este martes el asalto de Ecuador a la embajada mexicana en Quito, en una cumbre virtual convocada por Honduras en la que Venezuela anunció el cierre de sus sedes diplomáticas en territorio ecuatoriano y que terminó sin que aún se hiciera pública una resolución.
Como presidenta “pro tempore” de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la mandataria hondureña, Xiomara Castro, dirigió la sesión transmitida en internet, tras haberla solicitado la semana pasada luego de la incursión policial del 5 de abril en la legación mexicana para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas.
Castro inició el encuentro con la lectura de una propuesta que aprobaron los cancilleres en días pasados de una “firme condena” al asalto y definir sanciones contra Ecuador, así como solicitar un salvoconducto para que Glas, quien había recibido asilo, pueda salir hacia México.
Pero cinco países -Argentina, Costa Rica, Paraguay, Perú y Uruguay- expresaron su descontento por la convocatoria en un comunicado conjunto, con el argumento de que las decisiones de este bloque de 33 naciones “deben ser por consenso”.
Una fuente de la cancillería hondureña informó a la AFP que la reunión había concluido, sin que hacia las 21H00 locales (03H00 GMT del miércoles) se hubiera publicado una resolución con sus conclusiones.
Al igual que otros mandatarios, Castro calificó de “barbarie” el asalto policial de la sede diplomática mexicana.
Después de más de hora de discusiones, la presidenta hondureña suspendió el encuentro. “Hemos concluido con las participaciones (…), la conclusión es muy clara sobre la condena a los hechos violentos que se dieron en Ecuador y la solicitud del salvoconducto para Jorge Glas” y “damos cinco minutos para continuar con la sesión”, expresó.
Sin embargo, la reunión no se reanudó públicamente.
Durante las intervenciones, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, abogó por que no se vuelva a cometer “una canallada” como el asalto a la legación y propuso que se acompañe a su país “suscribiendo la denuncia en el Tribunal de Justicia Internacional”.
En la reunión no estuvo el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, quien fue representado por la canciller Gabriela Sommerfeld.
Ante las divisiones en torno a la aprobación de sanciones y una condena unánime, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se pronunció a favor de que no se requiera el consenso para tomar decisiones en el bloque.
Petro dijo que la incursión en la embajada ha provocado “un malestar, incluso global” al que los gobiernos deben prestar atención. “La barbarie puede penetrar en nuestro pedazo de continente”, advirtió.
“Ecuador ha violado la Convención Americana” porque “ha violado el derecho de asilo, el derecho al debido proceso”, añadió.
Venezuela cierra sedes diplomáticas
El impactante operativo en Quito para detener a Glas llevó a López Obrador a romper de inmediato relaciones diplomáticas con Ecuador. Nicaragua lo hizo un día después.
Durante la reunión de este martes, el presidente Nicolás Maduro ordenó el cierre de la embajada de Venezuela en Ecuador y los consulados en Quito y Guayaquil.
“Que regrese el personal diplomático a Venezuela de inmediato (…) hasta que se restituya el derecho internacional de manera expresa en el Ecuador”, manifestó.
Maduro expresó a López Obrador “solidaridad absoluta”. “México no está sola, tiene la voz de nuestra América acompañándola en unas circunstancias que ustedes no buscaron”, le dijo.
“No hay ninguna duda” de que la decisión de Noboa “de asaltar el territorio de México, su embajada, de golpear, apalear a su personal diplomático, ante la vista del mundo, en vivo y en directo por las redes sociales, de capturar, amarrar, torturar al exvicepresidente Jorge Glas ha sido un acto de barbarie”, subrayó.
Por su parte, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, expresó que la “irrupción violenta” a la embajada mexicana “es un acto hostil inaceptable que merece el más categórico rechazo”.
Inquietud por la salud de Glas
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, propuso crear una comisión para revisar el estado de salud de Glas, quien desde su captura ha sufrido quebrantos que han requerido atención médica.
El gobernante ecuatoriano se declaró la semana pasada dispuesto a “resolver cualquier diferencia” con México, pero advirtió que “la justicia no se negocia”.
Glas se refugió en la embajada mexicana en diciembre pasado, antes de que la justicia le dictara orden de prisión por acusaciones de corrupción durante su gestión como mano derecha del expresidente Rafael Correa (2007-2017).