EFE.- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió este viernes en la cumbre del G7 la imposición de un impuesto global a los superricos, para ayudar a combatir las desigualdades.
El mandatario brasileño, que participa en la cumbre en calidad de invitado, recalcó que la concentración de riqueza en unas pocas manos supone “un riesgo para la democracia”.
“Ya es hora de que los superricos paguen los impuestos que les corresponden. Esta excesiva concentración de poder e ingresos representa un riesgo para la democracia”, dijo Lula, según un comunicado difundido por la Presidencia brasileña.
Esta propuesta de imponer un impuesto global a los milmillonarios ha sido presentada por Brasil en el marco del G20, foro que este año preside el país suramericano.
El objetivo de esta propuesta, explicó Lula, es movilizar recursos para “ampliar las políticas eficaces” para erradicar el hambre y la pobreza que están siendo puestas en práctica en los países en desarrollo.
En este sentido, pidió el apoyo de todos los presentes en la cumbre del G7 a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, que Brasil formulará en la cumbre del G20, que se celebrará en Río de Janeiro el próximo noviembre.
Esta alianza global “será clave para acabar con esta lacra que aún persigue a la humanidad”, recalcó el gobernante brasileño.
Brasil presentó la propuesta de tributación a las grandes fortunas durante reuniones ministeriales del G20 a comienzos del año, y por el momento ha recibido el apoyo de algunos países europeos, como Francia.