El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Yamil Flores, presentó un plan de reforestación masiva para restaurar las áreas devastadas por incendios en Bolivia. La iniciativa, que involucra a los tres niveles de gobierno, busca recuperar los ecosistemas dañados y establecer medidas preventivas para evitar futuras catástrofes ambientales.
“El principal componente del plan será una reforestación masiva en las zonas afectadas. Estamos ajustando los recursos económicos y definiendo la participación de las gobernaciones y los municipios”, explicó Flores durante su anuncio.
Según datos del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), los incendios han afectado más de 3,8 millones de hectáreas en el país, de las cuales un 60% corresponde a pastizales y el 40% a bosques. La mayoría de estos incendios, provocados por quemas ilegales para habilitar tierras agrícolas y ganaderas, terminan fuera de control, ocasionando graves daños ecológicos.
Reforestación y sostenibilidad: los pilares del plan
El proyecto no solo pretende restaurar las zonas afectadas, sino también fomentar prácticas agrícolas y ganaderas sostenibles. Flores subrayó la importancia de un trabajo coordinado entre el gobierno central, las gobernaciones y los municipios para supervisar y sancionar las actividades que generan incendios.
“Es fundamental que se promueva el uso responsable de estas prácticas tradicionales, evitando la propagación descontrolada de incendios. Para ello, el control y la supervisión de las autoridades serán claves”, destacó el ministro.
El plan también incluye acciones lideradas por el Ministerio de Defensa, orientadas a fortalecer las estrategias de recuperación tras los incendios. Se prevé una asignación de recursos específicos para garantizar su implementación efectiva.
Un modelo de gestión ambiental
De implementarse con éxito, esta iniciativa podría convertirse en un hito en la lucha contra la degradación ambiental en Bolivia. Restaurar los ecosistemas no solo mitigará los efectos del cambio climático, sino que también protegerá la biodiversidad y mejorará la calidad de vida de las comunidades locales.
El enfoque integral y el compromiso de los distintos niveles de gobierno posicionan al plan como un modelo para la gestión ambiental responsable en la región, marcando un punto de inflexión en la preservación de los recursos naturales del país.