Un operativo de al menos 500 efectivos policiales, con el apoyo de las Fuerzas Armadas, se movilizó hoy hacia el municipio de Mairana, Santa Cruz, con el objetivo de despejar la carretera que conecta este departamento con Cochabamba. La vía ha permanecido bloqueada por seguidores del expresidente Evo Morales durante más de una semana, lo que ha ocasionado una crisis de transporte y suministro en la región.
El convoy de vehículos policiales y militares partió en horas de la madrugada desde Santa Cruz de la Sierra y se encuentra concentrado en Samaipata, a unos 20 kilómetros del punto de bloqueo, en espera de instrucciones para iniciar el desbloqueo. La operación, según informaron autoridades, es necesaria para reabrir el tránsito en una ruta clave para el transporte de productos y mercancías, sobre todo alimentos perecederos que se han visto afectados por el prolongado cierre de la carretera.
Enfrentamientos previos y rehenes
En días anteriores, el conflicto en la zona escaló a niveles preocupantes. Violentos enfrentamientos estallaron entre la Policía y los bloqueadores, resultando en agresiones a varios efectivos de seguridad y periodistas, quienes fueron retenidos momentáneamente por los manifestantes. Las tensiones llegaron a tal punto que fue necesario un intercambio de rehenes: manifestantes arrestados por la Policía fueron liberados en paralelo a la entrega de efectivos y civiles retenidos.
Apenas dos días después, un grupo de jóvenes intentó despejar la carretera por cuenta propia, pero la superioridad numérica de los bloqueadores los obligó a retirarse, incrementando aún más la tensión en el área.
Consecuencias del bloqueo
Las consecuencias del prolongado bloqueo han sido graves. A ambos lados de la carretera, cerca de dos kilómetros de vehículos permanecen varados, muchos de ellos transportando alimentos perecederos que están comenzando a descomponerse debido al calor de la región. La situación ha generado preocupación entre transportistas y comerciantes, quienes temen por la pérdida de sus productos y la consecuente afectación económica en la zona.
La reanudación del tráfico en esta carretera es crucial no solo para la economía regional, sino también para el abastecimiento de productos a nivel nacional. El desarrollo de los operativos y el desenlace del conflicto en los próximos días serán determinantes para la estabilidad en una de las rutas más importantes del país.