La marcha protagonizada por sectores vinculados al expresidente Evo Morales fue dispersada este lunes por la Policía mediante el uso de gases lacrimógenos, cuando intentaba ingresar por la fuerza a la Plaza Murillo, el centro político de La Paz, que permanecía bajo estrictas medidas de seguridad.
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, había advertido previamente en la mañana que el acceso a la emblemática plaza del centro paceño estaría restringido, asegurando que “nadie podría ingresar”.
El enfrentamiento se desató cuando los manifestantes, que habían iniciado una caminata desde Patacamaya el pasado 10 de enero, alcanzaron los alrededores de la plaza y comenzaron a lanzar petardos contra los agentes policiales. En respuesta, las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a los marchistas.
Durante los incidentes, varias personas fueron arrestadas, aunque las autoridades no proporcionaron una cifra exacta. A pesar de la intervención policial, los líderes de la movilización lograron entregar un pliego petitorio en la sede de la Vicepresidencia y establecieron una vigilia en el lugar.
La protesta refleja las tensiones crecientes entre los seguidores del exmandatario del país y líder de los cocaleros del trópico de Cochabamba, Evo Morales, y el actual Gobierno liderado por el presidente Luis Arce.