La Policía Federal (PF) de Brasil allanó este miércoles la casa del expresidente Jair Bolsonaro en Brasilia. En un comunicado, la PF explicó que la operación fue autorizada por el juez Alexandre de Moraes, en el marco de una investigación sobre “milicias digitales”.
En concreto, se investiga a un grupo sospechoso de ingresar datos falsos de vacunación contra el covid-19 en los sistemas del Ministerio de Salud.
“Estas personas pudieron emitir los respectivos certificados de vacunación y utilizarlos para burlar las restricciones vigentes sanitarias impuestas por las autoridades públicas (Brasil y EE.UU.) destinadas a prevenir la propagación de enfermedades contagiosas, en este caso, la pandemia del covid-19”, apuntó la corporación.
La PF cumple en Brasilia y Río de Janeiro 16 órdenes de allanamiento y seis de prisión preventiva, y además analiza el material incautado.
En el operativo, los agentes arrestaron al exayudante y muy próximo a Bolsonaro, el teniente coronel Mauro Cid Barbosa y dos hombres del personal de seguridad del exmandatario Max Guilherme y Sergio Cordeiro. Guilherme y Cordeiro estuvieron con Bolsonaro en Florida, Estados Unidos, adonde viajó poco antes de la toma de posesión de Luiz Inácio Lula da Silva y donde permaneció tres meses.
Según G1, la PF confirmó que la tarjeta de vacunación del expresidente fue falsificada, así como la de Barbosa, Guilherme y Cordeiro. Las autoridades informaron que los documentos de Michelle Bolsonaro, mujer del expresidente, no fue falsificada. La Policía sospecha que sí se falsificó la tarjeta de Laura, la hija de Bolsonaro y Michelle.
Bolsonaro, contra el que no había una orden de arresto, deberá declarar este miércoles ante la PF.
La supuesta falsificación de la tarjeta de vacunas habría tenido como fin la entrada de Bolsonaro, familiares y sus ayudantes próximos a Estados Unidos burlando las leyes.
Los hechos investigados constituyen delitos de infracción de medida preventiva de salud, asociación delictuosa, inserción de datos falsos en sistemas de información y corrupción de menores.
Bolsonaro no solo minimizó la gravedad de la covid-19 desde el inicio de la pandemia, sino que se negó a aplicar cualquier medida sanitaria radical para contener el virus. En Brasil, al menos 700.000 personas han fallecido por la covid-19.