La región Moquegua podría ser declarada en emergencia luego de que el volcán Ubinas reporte una explosión de 5.500 metros, por lo que han pedido que la población pueda evacuar. Una alerta que recuerda a lo ocurrido el 19 de julio de 2019, hace casi cuatro años, el cual se elevó por más de 6 kilómetros sobre su cima.
Sin embargo, las autoridades parecen no haber tenido una cultura de prevención, a pesar de lo sucedido hace cuatro años. Es así como el albergue de Sirahuaya, que se instauró en plena emergencia, habría quedado abandonado por los gobernadores regionales y locales.
El subgerente de Gestión Ambiental y Defensa Civil del Gobierno Regional, Dante Zubia Cortez, afirmó que este albergue puede acoger a gran cantidad, porque es el más grande.
“El Sirahuaya sí se ha hecho una gran inversión, a la cual sí se le da las condiciones [podría funcionar], pero no está operativa. Se debería poner operatividad primero agua, desagüe, luz, vías. […] Es una gran inversión que lamentablemente se ha cortado por las situaciones pocas anómalas que se tiene que corregir”, declaró a Radio y Televisión Moquegua.
Es decir, este refugio no tiene los servicios básicos para albergar a la población en caso se estime un episodio similar al del 2019. Ante ello, solo podrá tener acceso al 50% de aforo permitido. Por lo que precisó que los otros espacios deben habilitarse de inmediato como medida preventiva.
¿Acciones tardías?
Por otro lado, la Dirección Regional de Salud de Moquegua afirmó que se han procedido a coordinar para la atención de la población en este albergue ante futuros escenarios. Al igual que señalaron que recién el día de mañana miércoles 5 de julio se trasladarán hasta la zona para tomar acciones.
En esta visita se realizará limpieza y desinfección, donde también habrá un espacio para el personal de salud. En este sentido, se ha tomado otras acciones preventivas para evitar que exista infecciones respiratorias, mediante la Dirección Ejecutiva de Salud Ambiental.
Además, informaron que sí existen personas afectadas por la emisión de cenizas del cráter moqueguano. Sin embargo, no se ha registrado ningún aumento casos o síntomas relacionados por las consecuencias que trae esta emergencia.
Por otro lado, afirmaron que están en constante evaluación, entre ellos, si el agua se encuentra apta para poder ser consumida por la población. Al igual que garantiza medicamentos para atender la emergencia ante la demanda.