Este martes, 5 de noviembre, Bolivia amaneció con 15 puntos de bloqueo en el marco del vigésimo tercer día de movilizaciones impulsadas por sectores afines al Movimiento Al Socialismo (MAS). Las protestas, que persisten con demandas políticas y sociales, también buscan detener los procesos judiciales contra el expresidente y líder del MAS, Evo Morales, generando un impacto significativo en el transporte y en la vida cotidiana de los bolivianos.
Según el último informe de transitabilidad de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), las movilizaciones han interrumpido nuevamente el tránsito en rutas estratégicas, especialmente en los departamentos de Santa Cruz y Cochabamba. La conexión entre ambas regiones, vital para el transporte y el comercio, se encuentra comprometida tanto en la antigua como en la nueva carretera que une Santa Cruz con Cochabamba. En Santa Cruz, un bloqueo se mantiene en el Puente Ichilo, Yapacaní, mientras que en Cochabamba persisten otros 14 puntos de bloqueo.
Operativos de desbloqueo
El bloqueo evista comenzó el pasado 14 de octubre, afectando inicialmente diversas carreteras hacia el occidente del país. Sin embargo, el 1 de noviembre, las fuerzas del orden, conformadas por la Policía y el Ejército, lograron desbloquear algunos puntos en la carretera hacia el occidente.
El más reciente operativo de desbloqueo se llevó a cabo el lunes 4 de noviembre en los valles cruceños, una región clave para la producción y el tránsito hacia el interior del país. Durante el operativo, las autoridades informaron sobre la aprehensión de 17 personas, quienes fueron detenidas bajo acusaciones de obstaculización del tránsito e incumplimiento de normativas vigentes.
Implicaciones de las protestas
Estas protestas han generado un impacto significativo en la actividad económica y social de las regiones afectadas. La persistencia de los bloqueos no solo dificulta el tránsito de productos esenciales, sino que también afecta a transportistas, empresas y ciudadanos que dependen de la movilidad en estas rutas. En Santa Cruz, la economía local se ha visto especialmente afectada, dado que el bloqueo en Yapacaní dificulta el transporte de productos agrícolas y mercancías desde el Chapare hacia otras regiones.
En Cochabamba, los 14 puntos de bloqueo han restringido severamente la circulación y las actividades comerciales, sumando tensión en una región ya impactada por conflictos políticos.